DANIEL CLARO MIMICA
Ingeniero  Agrónomo, M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl

Este manejo genético de amplia difusión en los países líderes en producción de carne ovina es una herramienta destinada a aumentar la producción de carne o a mejorar la calidad de ella en sus características carniceras, tales como conformación de la canal; área muscular; contenido graso.

La técnica consiste en utilizar carneros de razas especiales, con sobresalientes condiciones para producir un alto potencial de crecimiento y excelente calidad del producto, los que se cruzan con vientres de otra raza, que es la que se utiliza normalmente en le predio. Toda la descendencia, tanto machos como hembras, se destina al faenamiento para el consumo, de allí el nombre de terminal.- Las crías hembras producidas no se destinan a la reproducción, ya sea porque la cruza produce lana de mala calidad o por tener índices reproductivos inferiores a la raza madre del predio. Como no se pueden cruzar con carneros terminales todas las hembras del predio, pues se generaría la interrupción de la producción de borregas de reemplazo, generalmente se destinan a este tipo de cruzamiento los vientres viejos, que cumplen sus dos últimos partos, ocurridos los cuales, las madres también se venden.

El desarrollo del cordero: Para entender mejor como opera esta herramienta de manejo es útil recordar las bases del crecimiento del cordero. El peso y estado de gordura o “condición corporal” a una edad determinada depende fundamentalmente de la ganancia diaria de peso y en menor medida del peso de nacimiento. A su vez la ganancia diaria es función de una interacción entre la nutrición del cordero y su potencial genético para crecer y engordar.

Durante los primeros 60 días de vida, el cordero se comporta primordialmente como un animal monogástrico, con una alta eficiencia de conversión de alimento en peso vivo, principalmente tejido muscular y óseo para su crecimiento; con una muy baja acumulación de tejido graso. En esta etapa la dieta en más de un 80% está constituida por el aporte de la leche materna. Entre los 60 y 90 días de edad aumenta aceleradamente el consumo de alimento; el cordero se transforma en rumiante y baja la eficiencia de conversión. Este incremento del consumo es exclusivamente en base a pasto, dado que la producción láctea ya alcanzó su máxima producción y comienza su curva descendente.

Efectos del cruzamiento terminal: En los primeros 60 días, cuando el cordero es monogástrico y se alimenta casi exclusivamente con leche materna, es evidente que la capacidad de producción láctea de la madre es el factor más importante en el potencial de ganancia diaria del cordero.

La producción de leche depende de las características genéticas de la oveja y muy fundamentalmente de la nutrición, tanto en calidad y cantidad que ha tenido la oveja el último mes antes del parto y durante su lactancia. La oveja moviliza sus reservas corporales para

producir leche, dado el alto requerimiento nutricional que exige la lactancia, el que no puede ser satisfecho en un 100% con la alimentación diaria, incluso en praderas de muy buena disponibilidad y calidad de forraje; de allí la importancia de que el vientre llegue al parto en una muy buena condición corporal, con abundantes reservas de energía almacenada como tejido graso.

Además del efecto materno por la vía del abastecimiento de leche, la madre aporta el 50% de la composición genética del cordero. Este aporte materno para el potencial de crecimiento en algunas razas tiene una alta expresión, tales como en el Merino Precoz, que aunque se utilizó como raza doble propósito es una raza de carne, o en algunas líneas maternas “compuestas o sintéticas” (formadas por varias razas complementarias en un híbrido estabilizado).

Zonas de bajo potencial forrajero y producción extensiva: Hemos podido comprobar que el efecto de la hibridación para producción de carne con un cruzamiento terminal, tiene distintos resultados, en cuanto a la ganancia diaria de peso del cordero, cuando se realiza en un ambiente con altas restricciones nutricionales o en un a pradera de abundante disponibilidad y calidad de forraje.

En estos ambientes difíciles, donde el sistema productivo es extensivo, basado exclusivamente en la pradera natural, durante la lactancia el crecimiento del cordero ve limitado  su potencial por la fuerte restricción nutricional tanto en calidad como en cantidad a que está sometido el vientre, afectando su producción láctea en forma muy significativa. Bajo estas condiciones la tasa diaria de ganancia de peso del cordero fluctúa entre 0.15 y 0.2 kilos. Esto implica que en 30 días se producen entre 4,5 y 6 kilos de ganancia de peso, que sumados a los 4 kilos iniciales del nacimiento resultan en un cordero de 13 a 16 kilos de peso a los 60 días de edad. Con esta velocidad de crecimiento el peso de beneficio, 28-30 kilos se alcanza entre los 4 y 6 meses de edad.

El cruzamiento terminal produce corderos más pesados que los corderos puros, con una ventaja de 0.5 a 1 kg. al nacimiento. En los primeros 2 meses de vida el factor más importante para el crecimiento es la madre, mientras que la genética paterna está en un segundo plano. Una vez que el consumo de pasto aumenta significativamente, la influencia de la genética paterna comienza a expresarse en mayor grado, particularmente en los ambientes de pastos pobres donde los vientres son generalmente de razas productoras de lana o doble propósito, cuyo potencial de ganancia de peso como raza pura es inferior a las razas especializadas en carne. Este efecto de hibridismo y aporte paterno se refleja en mayores ganancias diarias, que al término de la vida productiva del cordero, al momento de su beneficio permiten una ventaja del orden del 15% o unos 3-4 kilos de peso vivo para el cordero híbrido, hijo de un carnero de raza de carne, sobre el cordero de raza pura doble propósito o de lana.

Adicionalmente la calidad de la canal de estos corderos híbridos es superior, debido a su mejor conformación, menor contenido de grasa y mayor tamaño de los cortes nobles tales como chuleta y pierna. Muchas de las razas utilizadas como carneros en cruzamientos terminales aportan su carácter magro, con bajo contenido o acumulación muy tardía de grasa.

Esta característica permitiría prolongar la engorda del cordero en algunas semanas, sin que aumente la cobertura grasa, de modo que a los 4 kg. adicionales obtenidos a la edad tradicional de faenamiento se podrían agregar otros 4 -6 kilos en 3 a 4 semanas, obteniendo por esta vía corderos cercanos a los 40 kilos, con igual o menor cobertura de grasa que los corderos tradicionales pero con una mayor cantidad de carne comestible en los cortes de alto valor.

El cruzamiento terminal de los vientres en zonas con sistemas extensivos de producción, tales como las estepas de la patagonia, o el secano central tradicional, donde la alimentación es exclusivamente en base a pasto natural, es la mejor y casi única herramienta para aumentar la producción de carne y además mejorar la calidad de la carne ovina. Afortunadamente el costo de implementar esta estrategia de producción es muy bajo y sus efectos son inmediatos.

Zonas de alto potencial forrajero y producción intensiva: Bajo estas condiciones el peso de nacimiento supera los 5 kilos y la producción de leche de la oveja se puede expresar en plenitud, de tal forma que los corderos logran ganancias diarias entre 0,3 y 0,4 kilos promedio incluyendo los numerosos mellizos. Así en la primera fase de su desarrollo cuando dependen de la leche materna se obtienen pesos vivos a los 60 días en un rango de 23-29 kilos. También el potencial del crecimiento aportado por la genética de la línea materna es superior a sistemas laneros o mixtos y se ha podido expresar sin restricciones por la abundancia de leche. Los corderos generalmente se destetan al término de esta primera fase, pero continúan su desarrollo con altas tasas de ganancia diaria a razón de 10-12 kilos mensuales.

Generalmente las razas utilizadas como carneros terminales; Suffolk, Border, Texel,  son menos precoces que la línea materna, de modo que a pesar del mayor potencial de crecimiento que aportan, en el tramo hasta los 40 kilos de peso, las velocidades de crecimiento son muy similares entre la línea paterna y materna, de modo que con pesos de beneficio inferiores a 40 kilos no se aprecia un aporte del cruzamiento terminal en la ganancia diaria de peso.

Sobre los 40 kilos la línea paterna expresa su mayor potencial de crecimiento porque debido a su menor velocidad y a sus genes con carácter magro, depositan grasa de cobertura a edades y pesos muy superiores, característica que les permite seguir creciendo a altas tasas diarias por un periodo de tiempo más prolongado, puesto que el costo energético de acumular músculo y hueso es 3 veces menor que para acumular tejido graso. El resultado de la comparación de la línea materna pura con un cruzamiento terminal también depende mucho de la composición genética de la línea materna, dado que bajo estas favorables condiciones de alimentación existen muchas opciones para utilizar líneas maternas no solo prolíficas sino que también magras y con altas ganancias diarias. Tal es el caso de vientres sintéticos o compuestos con genes Finn y Milchshaff.

Lo que no está en discusión es el importante efecto que tiene la cruza terminal en la calidad de las canales producidas en los factores conformación, carácter magro y mayores masas musculares.

En estos aspectos se destaca el carnero Texel, cuyas características son de muy alta heredabilidad, imprimiendo su sello en forma muy marcada de tal forma que a simple vista es posible identificar sus crías, incluso cuando sólo tienen un 25% de genética Texel. Actualmente sobre el 50% de los corderos producidos en Inglaterra utilizan como padre la raza Texel. La ventaja adicional de esta notable característica es que otorga una gran uniformidad a su descendencia, factor importante para la fase de industrialización y comercialización de la carne, donde se deben obtener corderos de muchos orígenes en cuanto a predios y líneas maternas que de otra forma presentarían importantes grados de desuniformidad.

Resultados de cruzamientos terminales en el secano central: Sobre la raza Merino Precoz Alemán, raza con muy buenas características para la producción de corderos de 30 kilos, se probaron como carneros terminales las razas Dorset, Border y Suffolk. El rebaño se manejó en un piño común desde el parto sobre una pradera de falaris-trébol subterráneo, con baja carga para no restringir el potencial de crecimiento al no tener ninguna restricción nutricional. Se compararon 30 corderos machos únicos de cada uno de los 4  genenotipos resultantes, incluyendo el Merino puro. Fueron destetados a los 60 días de edad y continujaron su engorda a pradera en un potrero común con excelente pradera y baja carga animal.

En el Cuadro 1 se aprecian los resultados de esta comparación, apreciándose que el Merino Precoz tiene un excelente potencial para ganancia de peso hasta el peso normal de su faenamiento que es aproximadamente de 30 kilos de peso vivo destarado.

CUADRO 1: COMPARACION DE CRUZAMIENTOS TERMINALES SOBRE VIENTRES MERINO PRECOZ ALEMAN

FECHA

11-Jun

23-Ago

07-Sep

28-Sep

26-Oct

12-Nov

EDAD (días)

1

74

89

110

138

155

kg.

kg.

kg.

kg.

kg.

kg.

DOME

4,77

27,13

31,93

38,2

47,6

51,27

SUME

4,59

26,2

31,21

37,76

46,75

50,63

BOME

4,95

26,54

31,36

37,67

47,43

51,21

ME

4,67

28,17

32,1

38,48

44,5

47,72

DOME Padre Dorset  y  Madre Merino Precoz Alemán
SUME Padre Suffolk y Madre Merino Precoz Alemán
BOME Border y  Madre Merino Precoz Alemán
ME Padre y Madre Merino Precoz Alemán

Se observa que hasta la edad de 110 días el Merino Precoz Alemán puro supera la velocidad de crecimiento de los cruzamientos terminales, tanto en la primera fase de alimentación láctea hasta los 60 días, como en la fase siguiente con los corderos destetados y alimentación en base a pasto. Hasta el peso normal de faenamiento de los corderos Merino Precoz, no hay efecto del cruzamiento terminal en el peso vivo del cordero, aunque se apreció una mejor conformación en la cruza con Dorset. Si se quisiera producir corderos pesados con ovejas Merino Precoz es necesario utilizar el cruzamiento terminal, seguramente empleando carneros Texel por su carácter magro y excelente conformación. Al momento de realizar esta experiencia no se contaba con otras opciones de carneros salvo las utilizadas.

En otro experimento se midió el efecto del cruzamiento terminal utilizando una línea de vientres  ”compuestos o sintéticos” formada por Finnish- Border- Dorset- Merino, siendo el carnero terminal de la raza Texel. Se emplearon 50 corderos por sexo y tipo de nacimiento, utilizándose solamente machos por disponibilidad del material. Todos los animales se mantuvieron en un solo rebaño en una pradera de falaris, ballica anual y trébol subterráneo, con una carga de 12 ovejas  con 1,6 corderos/oveja por hectárea. Los corderos  se destetaron a los 72 días y los resultados hasta el momento del destete se indican en el Cuadro 2.

CUADRO 2: CRUZAMIENTO TERMINAL SOBRE VIENTRES COMPUESTOS EN SISTEMA INTENSIVO Y ALTA CARGA

GENOTIPO

peso nac. peso día 52 peso día 72 GD 1-52 GD 53-72 GD 1-72

kg.

kg.

kg.

kg. /día

kg. /día

kg./día

machos únicos

5,23

24,14

30,05

0,344

0,282

0,326

Texel x 635

machos mellizos

4,34

19,64

26,67

0,288

0,353

0,306

machos únicos

5,23

22,65

30,50

0,328

0,393

0,346

635 x 635

machos mellizos

4,24

19,59

26,03

0,278

0,272

0,275

635= compuesto experimental: Finnish-Border-Dorset-Merino

GD = Ganancia diaria en kg. en el período indicado

Las tasas diarias de ganancia de peso son bastante buenas considerando la alta carga animal empleada. Los mellizos ganaron cerca de 0,3 kg. diarios, desde el nacimiento hasta los 72 días de edad, mientras que los únicos lo hicieron a una tasa cercana a 0,33 kilos/día.

Hasta la edad y peso de destete evaluados no se produjo un efecto de la cruza terminal ni en la ganancia diaria ni en el peso alcanzado. Creemos que bajo condiciones intensivas de producción de carne ovina en praderas sembradas sólo se produciría una diferencia en la ganancia diaria a pesos superiores a los 40 kilos, aunque en forma muy dependiente del genotipo de la madre utilizada. Con esta genética y manejo es posible producir corderos ultra pesados con pesos de faenamiento cercano a 50 kilos  a edades tempranas y sin producir un problema de engrasamiento en las canales. Este tipo de cordero es ideal para la demanda de los restoranes, donde requieren cortes con poca grasa y grandes áreas musculares.

Lo que no está en discusión es el gran efecto de algunas razas terminales en la calidad de la canal. Nuestra experiencia indica que en las condiciones de producción intensiva del secano central, Texel es la mejor raza terminal de las disponibles actualmente en el país, pemitiendo llevar los corderos a una mayor edad y peso de faenamiento, en un rango de 40-50 kilos de peso vivo destarado, sin problemas de sobre engrasamiento, obteniendo un producto de excelente conformación y cortes finos con gran área muscular.

Las razas tradicionales del secano, Merino y Suffolk, no deberían faenarse sobre los 30 kilos de peso vivo por el rápido engrasamiento que presentan sobre dicho peso

Concluimos indicando que el uso de Texel como raza en un cruzamiento terminal bajo las condiciones evaluadas permitiría obtener corderos con 10 a 15 kilos más de peso vivo, aunque con algunas semanas más de edad que los corderos tradicionales actualmente producidos en el secano central y además con una superior calidad de canal.

Es de interés comparar otras opciones de carneros terminales cuyas razas se encuentran actualmente disponibles en el país tales como Dorper y Milchshaff y a futuro otras que se podrían importar como por ejemplo Charolais.