Categoría: Genética (Page 1 of 2)

DATOS PRACTICOS SOBRE LA REPRODUCCION DE LAS OVEJAS

FLUSHING:

El manejo nutricional de un rebaño de ovejas en el periodo previo a su fecundación se conoce como FLUSHING.

Esta técnica fue estudiada originalmente, en los años 60, en Nueva Zelandia, Lincoln University por el profesor Emérito Sir IAN COOP, de quien tuve la suerte de ser uno de sus alumnos y colaborar en terreno en el estudio de este manejo.

Luego de unos 10 años de trabajo, con varios miles de observaciones en terreno, el Dr Coop concluyó que el Flushing tiene dos componentes principales que interactúan y se complementan entre sí, para aumentar el número de óvulos producidos por la oveja previo a su fecundación.

COMPONENTE DINÁMICO:

Es el efecto en la producción de óvulos ocasionado por una ganancia de peso de la oveja en los 20-30 días antes de quedar fecundada, A mayor ganancia diaria de peso hay un mayor aumento en la cantidad de óvulos..

Mientras más flaca está una oveja, al mejorar su nutrición, la ganancia diaria de peso es más fácil. Por eso una oveja flaca gana peso mucho más rápido que una oveja gorda. Simultáneamente al aumentar su peso aumenta el efecto del componente estático

El cambio de peso no es gratis. Ganar 1 kg de peso requiere 55 Mega Joules de Energía Metabolizable, mientras que cada kilo de peso perdido solo aporta 30 Mega Joules de Energía Metabolizable. Por eso convertir la grasa de reserva en energía es poco eficiente y en general lo más conveniente es mantener a la oveja TODO EL AÑO en una condición corporal buena, 3 a 3,5, evitando que tenga perdidas importantes en los periodos críticos, que no solo significan una baja eficiencia en el uso del forraje, sino también altos riesgos de enfermedades metabólicas y muertes.

Parte importante del del proceso productivo de la oveja es saber MANEJAR su peso en la forma más eficiente, en base al consumo de praderas de alta calidad y recurriendo a suplementación estratégica en periodos críticos.

COMPONENTE ESTATICO:

Cada raza tiene un peso vivo máximo posible, determinado por su genética.  Una oveja muy flaca al momento del encaste, bajo condición corporal 2, NO ENTRA EN CELO.

Por cada 10 kg de mayor peso corporal, aumenta el número de óvulos producidos en un 20%.   Lamentablemente hay una enorme pérdida de óvulos hasta que se convierten en fetos pero, aun así, a menor porcentaje de óvulos producidos, mucho menor es la producción de corderos

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Con ovejas de condición corporal 3 a 3,5 previo al encaste, es muy difícil lograr ganancias de peso adicional en un corto periodo como para lograr un efecto dinámico y lo ya logrado por su peso estático es más que suficiente para una excelente prolificidad. Por lo tanto, bajo esa situación no es rentable sobrealimentar a las ovejas, solo es necesario preocuparse que mantengan su peso en una buena pradera.

ESTRO O CELO:

La oveja es poliéstrica estacional, pues en forma natural solo se reproduce en un periodo del año, en Otoño, entrando en celo cuando se acorta la luz del día. Este proceso es gobernado por un conjunto de hormonas que se activan con el fotoperiodo. Mientras mas cercano a la línea ecuatorial hay muy poca diferencia entre horas luz y hora oscuridad, por lo que las ovejas van perdiendo la estacionalidad y se reproducen casi todo el año. También la raza tiene su efecto habiendo algunas de ciclo mas largo que el promedio. Mientras más lejos del ecuador menor es la duración de la temporada reproductiva

En la temporada reproductiva la oveja ovula en promedio cada 17 días con un rango de 15 a 19 días, En la primera ovulación de la temporada no hay celo visible, que se presenta solo a partir del segundo ciclo.

La duración del celo en ovejas adultas es de 28 horas, mientras que en borregas es solo de 18 horas. Además, las ovejas adultas buscan al carnero mientras que las borregas no. Por eso es fundamental que ambas categorías de hembras tengan un encaste en potreros separados

EMBRIONES:

Hoy día sabemos muy poco sobre las perdidas fetales y mucho sobre la tasa de ovulación

En Nueva Zelandia, en las mejores explotaciones, se pierde un 41% de los corderos escaneados como mellizos a los 70 días de preñez, por lo que difícilmente se sobrepasa el 160% de prolificidad, mientras que las pérdidas son aún mayores en las ovejas escaneadas como trilliceras, donde el 21% pare únicos; el 29 % mellizos y solo el 50% pare trillizos.

Nuestros resultados indican que entre 145% y 170% de prolificidad hay muy pocos partos trilliceros, cercano al 3%, mientras que bajo 145% de prolificidad, los partos trilliceros solo alcanzan al 1%

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Con prolificidades superiores al 170%, la mayor variación se produce en los partos únicos que bajan notoriamente, siendo reemplazados por partos triples, mientras que los partos dobles se mantienen cercanos entre el 50% y 60%%, siendo normal un 25% de partos únicos, 60% melliceros y 15% trilliceros  Es un enorme cantidad de corderos trillizos.

Tener partos trilliceros es complicado y hay que tener un manejo especial para evitar que la mayoría de los trillizos muera el primer día de vida.

Hoy día la utilidad en producción comercial de carne de cordero se logra con altos porcentajes de prolificidad.

Lamentablemente es imposible producir solo mellizos, que sería lo ideal y disminuir los corderos únicos implica necesariamente hacerse cargo de un importante número de corderos trillizos. El esfuerzo vale la pena porque allí está la mayor parte de la utilidad del negocio.

PREÑEZ:

La duración de la preñez la determina principalmente el feto. Tiene una longitud promedio de 147 días, con un rango de 140 a 152 días. Las borregas tienen una preñez 3 días más corta que una oveja

EL BIOTIPO EN LOS OVINOS

La principal herramienta que utiliza hoy día  CHILE para  definir lo que es una raza ovina “NUEVA”. es el  BIOTIPO o FENOTIPO, que no es otra cosa que la apariencia física que aporta a la herencia un muy reducido número de genes, asociados a determinados caracteres, pero que no influyen en el valor productivo del animal.

Para determinar el BIOTIPO, en algunos cientos de animales representativos de una determinada población, se miden rigurosamente una veintena de parámetros físicos, tales como: largo de las orejas; ancho del lomo, altura de la cruz; ancho de la cara; largo de las manos y patas; largo de la cola, largo del lomo, etc ,etc. además de otras descripciones como color de la lana; forma y color de la cabeza.

Con toda esta información se hace un exhaustivo análisis estadístico, tales como promedio; media; mediana; desviación estándar, para determinar la medida oficial de cada uno de los parámetros considerados, los que pasan a ser el “sello de la raza”. Estadísticamente correcto, genéticamente errado.

Todas estas medidas no tienen ninguna importancia económica pues científicamente se  ha comprobado que existe igual o mayor variabilidad fenotípica dentro de una “raza pura” que en un híbrido, con un mínimo de selección por apariencia.cc15072001_zpshbhywbzq

Si no se compara este “nuevo estandar”, con UNA BASE DE DATOS O  “BANCO DE ESTANDARES UNIVERSALES”, ES IMPOSIBLE ASEGURAR QUE DICHOS PARÁMETROS SON EXCLUSIVOS DE UNA DETERMINADA RAZA, en particular para el caso de las emergentes razas compuestas, como se analizará más adelante.

El “mejoramiento genético” de los ovinos comenzó en el siglo XIX en Inglaterra, con el registro de los animales en el “STUD BOOK”  o REGISTRO GENEALOGICO de cada raza, donde se almacenaba el pedigrí de cada animal inscrito  o “fino de pedigrí” y que dieron origen a los PLANTELES.

Como herramienta de mejoramiento se utilizó la SELECCIÓN por aspecto o fenotipo, que determina la apariencia de cada individuo. Además se estableció el ARBOL GENEALÓGICO, que certificaba la línea de parentesco de los animales seleccionados como los “más bellos” y que mejor se ajustaban a los ESTANDARES DEFINIDOS DE CADA RAZA, DONDE SE HACÍA UNA DESCRIPCIÓN amplia y detallada DE LAS DISTINTAS CARACTERISITICAS CORPORALES.  Tampoco se “medían” objetivamente dichos caracteres.

Las exposiciones de animales eran el lugar donde se evaluaba la “calidad” de cada individuo, por un juzgamiento de su belleza corporal, que tenía que ajustarse al máximo con el estándar de la respectiva raza. Los descendientes y parientes cercanos de los ejemplares ganadores, eran de un enorme valor, pues se transaban en muchos miles de dólares como reproductores “mejoradores” de sus razas, en la creencia errónea de que eran mejoradores de la raza.

Estos concursos de belleza tenían muchas cosas en común con los actuales concursos para elegir a Miss Universo y muchas otras mises en la especie humana, que con seguridad se inspiraron en estos principios nacidos en la era de BLACKWELL en Inglaterra.1440875785_f1619cdd1f

Así como en los modernos concursos de belleza muchas candidatas tiñen su cabello; se implantan silicona en diversas partes del cuerpo; se operan otras; utilizan botox y muchos otros “secretos de belleza”, que en una época hicieron famosas a las mises de VENEZUELA, también había expertos en el embellecimiento artificial de los ovinos concursantes en los “shows”.

 Entre los tantas herramientas utilizadas mencionamos teñir con betún negro las pezuñas, cuando el estandar indicaba ese color como el correcto; darle forma al ancho del lomo, utilizando una tabla ancha sobre el lomo y recortando con tijeras la lana que sobresalía para así formar un perfecto rectángulo.

Un defecto importante era la presencia de pelos o kemps (lana de perro) en algunos sectores del vellón. Estos se eliminaban con la llama de un encendedor, que quemaba el pelo, pero no la lana. El rey de los arregladores era un experto peluquero ovino.emo-sheep

La otra gran herramienta para mejorar el look era sobreengordar a los animales, de modo que la grasa mejoraba la conformación y le daba una apariencia de gran masa muscular debajo de la lana. Todos los ejemplares machos de estos animales presentaban esterilidad durante casi un año.

Para incrementar la uniformidad y semejanza con el biotipo ideal de la raza, los planteles empezaron a utilizar  cruzamientos consanguíneos  muy cercanos a los ejemplares ganadores de premios y una fuerte selección para eliminar aquellos que se alejaban del prototipo. Larga tarea dada la gran dispersión que generan pocos genes, siguiendo las leyes de Mendel.

No se llevó ningún registro productivo, sólo se utilizó el árbol genealógico y la apariencia del animal como criterios de selección.  Luego de muchos años los criadores observaron que la alta consanguinidad producida por los cruzamientos de parientes cercanos, no era aconsejable por la frecuente aparición de defectos genéticos y principalmente por un aumento importante en la infertilidad.

Hoy día se están creando docenas de razas compuestas, mezclando varios genotipos, que a su vez traen impreso una determinada apariencia o fenotipo. Estos genotipos generadores de nuevas razas tienen muchos componentes comunes entre sí, a pesar de pertenecer a RAZAS DIFERENTES.

En producción de carne las principales razas mejoradoras que aportan sus genotipos a nivel mundial son TEXEL, EAST FRIESIAN,FINN,SUFFOLK,  actuando sobre razas locales de importancia según el país donde se empleen: Romney; Coopworth etc.

Estas razas mejoradoras tienen genes dominantes para determinados fenotipos, tales como largo y forma de la cola (East Friesian), cara despejada; forma de las orejas (East Friesian; Texel); ancho y forma de la grupa (Texel); Barriga y ubre despejada (Finn y East Friesian), muchos de los cuales no aportan nada a la producción, pero son el “sello” de las razas aportantes.

Estas características quedan “impresas” en los nuevos genotippringle-1os formados con las razas locales  y por ser parte obligada de casi todas las nuevas razas modernas, les dan una apariencia común a todas ellas, aunque sus resultados productivos suelen ser bien diferentes y característicos, tales como :precocidad sexual; calidad y producción de lana; prolificidad; magritud, producción de leche y ganancia diaria de peso; calidad de la carne etc.

Por tener un pool genético con varios componentes comunes, aunque en diferentes proporciones, el BIOTIPO de las razas resultantes tiene una similitud enorme entre ellas, hasta tal punto que es casi imposible distinguirlas si se hace una comparación fenotípica.

Recién en el siglo XX, en los años 60, en la Estación Experimental de Dubois, Idaho, USA, sus genetistas determinaron que en la genética de los ovinos operan dos mecanismos, el MENDELIANO , para caracteres gobernados por muy pocos pares de genes, tales como el color de la piel, presencia de cuernos, que no tienen ninguna importancia económica. Estos caracteres disgregan en los cruzamientos según lo determinado por Mendel. Son los que determinan EL BIOTIPO.

El otro mecanismo es la GENÉTICA ADITIVA, que es la responsable de todos los factores productivos, los que están determinados por miles de pares de genes. En los cruzamientos se produce un promedio entre los valores del padre y de la madre, pero no hay una gran dispersión respecto a dicho promedio, por lo que incluso al cruzar animales de razas distintas, el promedio entre ambas se mantiene y se fija rápidamente en las generaciones siguientes, formando las bases de una nueva raza.

La COMPLEMENTARIEDAD es el factor que se utiliza para mejorar un parámetro muy débil de una determinada raza, corrigiendo esa debilidad con el aporte genético de otra raza que presenta esa característica en su máxima expresión. Por ejemplo, utilizar la raza Finn con una prolificidad cercana a 3 para “mejorar” este importante factor productivo logrando un  promedio con la genética de la raza con la cual se cruza, más un margen adicional por heterosis.

 Esto fue confirmado en los años 80 en el Meat Animal Research Center, en Clay Center, Nebraska, USA, donde se formó la primera oveja moderna, con la inclusión de 4 razas para formar la oveja POLYPAY.

 Allí pudieron medir que la variabilidad de los factores de producción en los miembros de un rebaño “mestizo” o hibrido, ya en la primera cruza, era muy similar o inferior al observado en un rebaño de ovejas de raza tradicional pura.

Las razas tradicionales antiguas, tienen un biotipo característico y propio de cada una, por lo que es muy fácil diferenciarlas por su aspecto en forma visual, tales como Suffolk, Corriedale, Romney; Lincoln; Cheviot; Border Leicester; Hampshire Down  y algunos cientos más.

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El mejoramiento genético actual de los ovinos ha dado en muy corto tiempo un impresionante salto productivo, gracias a los cruzamientos, creándose nuevas razas, denominadas sintéticas o compuestas, donde el principal beneficio es un enorme incremento de algunas características productivas, al complementar los atributos de una “raza madre”, que es la que se quiere mejorar, cruzándola con  otras que aportan en muy alto nivel características deficitarias de la raza original. Este mejoramiento, por complementariedad de caracteres, supera en una sola generación el mejoramiento genético logrado por 50 años de selección.

La selección sigue siendo una herramienta indispensable para lograr dentro de cada raza un mejoramiento continuo, pues sus logros perduran en el tiempo, aunque el proceso es muy lento con avances de 1 a 2% anual.

Los genotipos más utilizados como mejoradores en el proceso de formación de razas compuestas son  FINN, por su aporte en la prolificidad;  EAST FRIESIAN, por su aporte en producción de leche, prolificidad y magritud de la canal y TEXEL, por su aporte en la magritud y musculatura de la canal.

El biotipo de casi todas estas razas compuestas, tales como Highlander; TefRom; Kelso; Greeline; Goldensheep, es muy similar entre ellas, de tal modo que no se pueden establecer  diferencias significativas que permitan identificarlas.

Por eso la forma de diferenciarlas entre si es por medio de su ADN.

El uso del BIOTIPO o apariencia corporal, no se utiliza en el mejoramiento en la genética ovina moderna, donde sólo se emplean índices de selección, basados en parámetros productivos que se someten a mediciones objetivas, tales como kilos de cordero producidos por oveja al destete; ganancia diaria de peso; calidad de la canal etc.

El biotipo es una herramienta del siglo XIX y hoy día no se utiliza en los países líderes del mundo ovino: Nueva Zelandia; Australia, Inglaterra.

Hoy día se avanza rápidamente en la SELECCIÓN GENÓMICA, mediante el uso de marcadores moleculares, que augura un mejoramiento muy significativo en los resultados de los procesos de selección en los próximos años, con el uso de los SNP (Single Nucleotid Polymorfism) para determinar la presencia o no de los genes responsables de muchas características productivas. Esta nueva forma de selección acelera en 2 a 3 veces el mejoramiento por selección, que es lento, indispensable y permanente.

Rápidamente bajan los costos de estas nuevas tecnologías, que se originaron con la obtención del mapa del genoma ovino y aumenta el número de factores para los cuales se puede seleccionar.

 En este desarrollo ha sido muy importante el aporte de la empresa Pfizer (Zoetis), en colaboración con destacados genetistas de Nueva Zelandia y el aporte de BEEF + LAMB NEW ZEALAND (joint venture gobierno de NZ y productores).

El productor manda por correo una human-dna-sequence-009gota de sangre extraída de la oreja y conservada en un papel especial y luego de cancelar una tarifa conocida, el laboratorio le indica si dicho animal tiene los genes que determinan los parámetros productivos que se buscan: prolificidad; resistencia a parasitismo; área muscular; producción de leche; finura de la lana, sabor y terneza de la carne etc.

Ya se elaboran indices como el MBV ( Molecular Breeding Value); que será la nueva herramienta de selección del futuro cercano.

El progreso productivo ovino hoy día está determinado en un 60% por el mejoramiento genético; 35% por el mejoramiento nutricional y 5% por el mejoramiento de la salud

LOS PLANTELES  OVINOS que en el pasado fueron sinónimos de “calidad”, ya perdieron la guerra de la genética en Nueva Zelandia, que comenzó a fines de los años 90. con la aparición de las primeras razas compuestas y en particular con la aparición de masivas herramientas de selección a nivel nacional, para cada raza, realizada por organizaciones como el SIL, (sheep improvement ltd), que anualmente analiza muchos miles de datos y rankean los mejores animales para rebaños de cada raza, con miles de ejemplares cada uno, en base a parámetros establecidos de producción, sin incluir ningún parámetro fenotípico.

Las ventas de reproductores y germoplasma se hacen exclusivamente en base a los parámetros emitidos por el SIL. NO EXISTEN ANIMALES FINOS INSCRITOS, salvo los saldos de los antiguos PLANTELES TRADICIONALES ya en PROCESO DE EXTINCIÓN.2

De hecho para las nuevas razas hay ASOCIACIONES DE PRODUCTORES , pero no un REGISTRO OFICIAL que inscriba a los reproductores y certifique el genotipo de un determinado animal.  Por supuesto que todo esto se basa en la honestidad generalizada y el honor, donde hacer trampas no está en la mente de nadie.

 

 

 

TECNOLOGÍA Y PRODUCCIÓN OVINA

Daniel Claro Mimica

Ingeniero Agrónomo, M. Agr.Sci

 GOLDENSHEEP LTDA.

daniel@goldensheep.cl

 

La tecnología demora muchos años en desarrollarse, mediante numerosos trabajos de investigación, que van construyendo la base de datos, para solucionar problemas específicos y cuellos de botella en sistemas productivos. Aún mucho más grande es la demora para que los resultados sean aplicados masivamente por los potenciales usuarios.

La investigación en los países líderes en tecnología ovina y también en Chile, ha logrado muy importantes avances  en los últimos 30 años, para el aumento de la producción de los dos pilares del rubro:

LA PRODUCCIÓN DE LAS PRADERAS Y LA PRODUCCIÓN DE LAS OVEJAS.

En nuestro país, lamentablemente por diversos motivos, el uso masivo de la mayor parte de estos conocimientos es muy escaso, aún hoy día, particularmente en lo relacionado con las ovejas propiamente tal. En parte, es porque hay un déficit en la preparación de los profesionales que se dedican a los ovinos, salvo en Magallanes.

 Esta situación  no es de extrañar, dado que en Chile, el ovino ha sido un rubro perdedor en los últimos 50 años.  En el pasado, para perfeccionarse en producción ovina con estudios de post grado en los países líderes, principalmente Nueva Zelandia, había que tener una vocación muy fuerte y mucho amor por las ovejas, o adivinar que en un futuro lejano el rubro tendría un enorme potencial al aplicar tecnologías modernas.

Por eso son muy escasos los profesionales que apostaron por este rubro, invirtiendo su tiempo y dinero en estudios en el extranjero, cuando el panorama al regreso de sus estudios no podía ser peor, pues la oportunidades laborales eran casi cero.

Ahora, que las perspectivas mundiales hacen de este rubro un proyecto con gran futuro, se nota esta debilidad y ojalá las universidades remedien esta falencia, con cursos de perfeccionamiento para los profesionales actuales que no tuvieron la oportunidad de conocer lo mejor de la tecnología.

Los nuevos profesionales se verán incentivados por el auspicioso futuro del rubro y las cada vez mayores facilidades de estudiar en el extranjero. También  por las oportunidades laborales que deberán presentarse a mediano plazo.

Para el territorio comprendido entre la V y XI Regiones las tecnologías para producir forraje y en parte, para su mejor utilización, son bastante conocidas, particularmente en producción de leche y carne bovina.  Muchas de ellas también son perfectamente aplicables a los ovinos.

Las principales falencias están en el rubro ovino propiamente tal.

Hoy día, en la mayor parte del país, salvo en  Magallanes, la producción ovina, ya no se puede sostener en base a tecnologías de manejo extensivo, con enormes superficies de terreno y muy bajas dotaciones de ganado por hectárea, que es característica de suelos pobres y de bajo valor.

El aumento del valor de la tierra y de los costos de producción por un lado y la baja del precio de los productos por otro, ha hecho indispensable la intensificación del uso del suelo, utilizando fertilizantes, praderas sembradas y también el uso de ovejas muy eficientes, con muchos mellizos; alta producción de leche; carne magra y con masas musculares desarrolladas.

Se acabó el tiempo de la ovejería bucólica, con rutinas de manejo muy tranquilas, a paso lento; tecnologías  sencillas y de bajo costo. Muchos de los productores que no percibieron oportunamente el cambio de escenario ya han desaparecido. Los que no tomen medidas  adecuadas para modernizarse, desaparecerán en el corto plazo.

En base a las tecnologías disponibles, se analiza qué producir como rubro principal en un animal que nos da carne y  lana, que requieren distintas exigencias nutricionales y ambientales; distinta genética y sus mercados son totalmente independientes entre sí.

QUÉ PRODUCIR:

En el caso de Magallanes, la lana siempre va a tener un lugar importante en el balance de la oveja de doble  propósito: Carne-Lana. El negocio ovino magallánico comenzó en el siglo 19 con dos productos principales: sebo y lana. Con el desarrollo de la industria frigorífica, a fines del siglo 19, la carne fue desplazando al sebo hasta eliminarlo.

Desde mediados de los años 90 la carne ha aumentado, en forma muy significativa, su demanda mundial y precio, mientras que las lanas tradicionales fueron bajando su valor.  Hoy día, sobre el 70% del ingreso, de la mayor parte de los productores magallánicos, proviene de la carne, a pesar de utilizar ovejas de doble propósito y continuar con su cultura lanera.

Recientemente en Magallanes hay una nueva tendencia de producir lana fina de alto valor cambiando la tradicional genética Corriedale.

La gran ventaja de la producción de lana, es que se adapta mucho mejor que la carne a los climas áridos, con baja producción de forraje, pues el proceso productivo es menos exigente que las altas demandas nutricionales implicadas en la producción de carne.

La aparición en Australia, hace unos 15 años, de un fardo de lana ultra fina, dentro de un universo superior a 4 millones de fardos, causó gran expectación. Dicha lana tenía una finura cercana a 14 micras, similar a la lana de vicuña. En el remate el precio fue cercano a los US$ 5.000 por kilo, unas 500 veces más cara que el kilo de lana merino tradicional.

Hoy día la lana ultrafina,  en base a la selección rigurosa en el Merino Saxon, alcanza hasta 11 micras de finura, siendo sin duda la lana más fina del mundo. Además del proceso de selección, se han desarrollado nuevas tecnologías de manejo, tales como, destinar a la producción sólo ovinos capones; encerrados en jaulas; dentro de galpones climatizados; cubiertos con capas protectoras del vellón y con nutrición diseñada especialmente para este fin.

La crianza de merinos para este propósito ha aumentado, pero no en forma explosiva, a pesar de la tentación del precio. Hay fuertes objeciones en contra de este manejo, que atenta contra  el bienestar animal. Además las inversiones en genética, instalaciones y manejo son muy elevadas y lo más importante, en la medida que aumenta la oferta de esta lana Premium, el precio baja. En la actualidad, el mejor fardo de 100 kilos con la lana más fina del mundo con 11,8 micras, se vendió a $ US 1.500 dólares por kilo. Las lanas de 14 micras se transan entre 150 y 300 dólares por kilo, precio muy  inferior a los 5.000 dólares originales.

A nivel nacional, no han faltado los entusiastas, que documentados vía internet, recomiendan que el futuro de la ovejería en la zona central y centro sur, debe ser la producción de lana, transformando los rebaños Suffolk en productores de lana ultra fina.

Este tipo de recomendaciones, sin fundamentos de peso, sólo sirven para desorientar aún más a los ya desorientados productores.

Entre las regiones V y XI (salvo la estepa de coironales de Aysén), la producción de lana sólo tiene un valor marginal, con menos del 5% del valor de los ingresos.

El secano central, donde domina la aridez durante la mayor parte del año, tampoco favorece comercialmente a la producción de lana, pues con sólo 4 meses de forraje abundante y de buena calidad, los corderos son el producto principal.

En la zona sur, con pasto verde todo el año y 8 meses de abundante producción de forraje, las condiciones no podrían ser mejores para utilizar razas de carne.

PRODUCCION DE CARNE OVINA:

 En el proceso intervienen cientos de factores, cuyo conocimiento pleno, tanto en sus bases científicas como en sus aspectos prácticos, es indispensable para darle seguridad al sistema productivo, evitando imprevistos y sorpresas, que pueden llevar a un fracaso.

La complejidad tecnológica de un sistema intensivo de producción ovina se asemeja a la de un plantel lechero de alto nivel, muy distante de la creencia popular, basada en la tradición de los sistemas extensivos.

 En un sistema intensivo de producción, para maximizar los retornos y la productividad, se trabaja cerca del límite superior, por lo que cualquier error puede significar el fracaso de un año de trabajo, con grandes pérdidas económicas. Es un riesgo que hay que saber manejar.

 Es evidente que los riesgos son mayores que en los sistemas productivos antiguos, donde la intervención humana era mínima, comparada con la realidad actual.  Hoy día el proceso productivo es muy dinámico, tanto en la producción de forraje y manejo de las praderas, como en el manejo de las ovejas, su alimentación, sanidad y manejo reproductivo. Hay que estar siempre atentos, observando permanentemente el ganado y las praderas.

Por eso se requiere de un amplio conocimiento de todos los factores productivos, en profundidad, a fin de prevenir cualquier imprevisto y actuar en forma preventiva, para evitar los errores que se puedan cometer. Sólo así el negocio es seguro y entrega altas rentabilidades.

Dentro de los numerosos  componentes que intervienen en un sistema moderno de producción de carne ovina, los que causan mayor impacto en los resultados económicos son dos: manejo de la nutrición y genética.

En ambos aspectos el aporte de la tecnología generada por la investigación científica, en todo el mundo y también en Chile, ha sido enorme y constante. La ciencia no descansa y sigue trabajando para generar la tecnología del mañana.

NUTRICIÓN:

La nutrición de la oveja se basa principalmente en el consumo de pasto, cosechado directamente por ella durante el pastoreo. La producción de forraje no es uniforme durante el año y su curva productiva depende de las características climáticas de la localidad, de la fertilidad del suelo y de las especies forrajeras dominantes en la pradera.  Hay periodos, generalmente en primavera,

donde en solo dos meses se produce el 65% del volumen anual y otros, en invierno, donde el crecimiento es insignificante. La situación es aún mucho más extrema en los secanos de la zona central, donde todos los años hay al menos 7 meses de sequía, sin producción de pasto, en verano y otoño.

Por otra parte, la oveja tampoco tiene una demanda  uniforme de alimento. Sus requerimientos nutricionales son mínimos, durante casi 8 meses del año, luego del destete y durante sus primeros 100 días de preñez y máximos en el pick de su lactancia, donde a los 60 días de edad, los corderos y su madre requieren 4 veces más alimento que una oveja seca.

Una de las medidas básicas de manejo nutricional es darle a la oveja el alimento  que necesita, de acuerdo a su ciclo reproductivo. La forma más eficiente de hacerlo es ajustar la curva de requerimientos nutricionales con la curva de producción de forraje. Para ello, las dos herramientas recomendadas son:

  1. Fijar la fecha de nacimiento de los corderos en las proximidades del inicio del crecimiento acelerado del forraje en primavera.

 Hoy día es un gran error fijar la fecha de nacimiento para tratar de obtener mejores precios en la venta de corderos. El precio en la actualidad es bastante estable durante todo el año. Por ello, lo más aconsejable es que los corderos nazcan cuando se inicia el crecimiento de la pradera en primavera, fecha que varía según la localidad y calidad de las praderas. Así las ovejas llegan en mejores condiciones al parto, tienen menor mortalidad, producen más leche y crían muchos más y mejores corderos.

  1. Suplementar el ganado en los puntos críticos del ciclo productivo , generalmente invierno un mes antes del parto y en el secano preocuparse del nivel proteico en verano. Se utiliza la cosecha de excedente de forrajes, conservados como heno, ensilaje o cultivos forrajeros y ocasionalmente algún insumo comprado.

El forraje producido por las praderas es el insumo principal de la producción de carne ovina. El aporte de la tecnología ha sido enorme, tanto en su producción, como para mejorar la eficiencia de su utilización.

Con la fertilización de los suelos y la siembra de praderas, se ha aumentado considerablemente la producción de forraje.

En la zona sur, desde 2-3 toneladas de materia seca por hectárea, hasta más de 15 toneladas. Así  la capacidad potencial de sustentación o carga animal ha subido desde 3 a más de 20 ovejas por hectárea, con sus respectivas crías.

En el secano de la zona central y centro sur, el incremento ha sido desde 0,8-1 toneladas de materia seca por hectárea a 8 toneladas por hectárea, incrementando la capacidad de carga desde 0,8-1 oveja/ha a 6 ovejas /ha.

En resumen, la tecnología ha permitido aumentar, potencialmente, la productividad del suelo en al menos 5-7 veces en la zona sur y también en el secano.

 La inversión para lograr este salto productivo es significativa, principalmente en fertilizantes, pero muy inferior al valor de la tierra, por lo que se ha transformado en la forma más eficiente de aumentar el tamaño de las explotaciones ganaderas. Así, mejorando sus praderas,  un pequeño productor se puede transformar en un productor de tamaño mediano  y uno mediano en uno grande, al menos ese es su potencial si contara con el apoyo financiero y tecnológico.

Otro aspecto fundamental, donde la tecnología ha hecho un aporte muy significativo, es en el manejo, utilización de praderas y conservación de forrajes.

Aquí sin duda la herramienta más importante ha sido el uso del cerco eléctrico, que permite un apotreramiento adecuado a bajo costo y le da una gran flexibilidad al manejo de praderas y ganado.

 También ha sido muy importante el aporte de la tecnología de distribución de agua potable, por medio de mangueras o cañerías de bajo costo, para abastecer bebederos con flotadores y así mantener permanentemente al ganado bien abastecido de agua, en cada potrero, en los lugares  estratégicos. Incluso ya se utilizan bombas de agua impulsadas por energía solar.

Un adecuado abastecimiento de agua potable permite aumentar hasta en un 30% la eficiencia de utilización del forraje. El consumo de agua por parte de una oveja es muy fluctuante, dependiendo del tipo de alimento que consumen y del clima. En invierno, al haber bajas temperaturas y disponer de alimento suculento, la oveja consume aproximadamente 0,5 lt. de agua diariamente, mientras que en verano con temperaturas altas, cerca de 30 grados y forraje totalmente seco, el consumo está sobre los 7 lt. por día en el secano de la zona central.

La conservación de forrajes también ha tenido grandes avances con la introducción de cultivos forrajeros, ya sea para cosecha mecanizada o para consumo directo. En este tema es notable el avance hacia la zona sur de la alfalfa y del maíz, especies forrajeras ideales para conservar forraje. Hace no tanto tiempo atrás, dichos cultivos eran imposibles en el sur, al no disponer de la tecnología adecuada.  Recientemente se ha popularizado con gran rapidez el uso de ensilaje en bolsas de polietileno , “bolos”, que se pueden almacenar en el mismo potrero e incluso permiten su traslado y comercialización.

GENETICA:

Es el tema tecnológico que más discusiones ha generado y sigue generando, no sólo en Chile, sino también en países que están a la vanguardia en producción ovina.

El mejor ejemplo para ilustrar los errores que se cometen y el costo que ellos significan, es el caso de Nueva Zelandia, sin duda uno de los principales líderes mundiales en tecnología ovina.

Nueva Zelandia se destacó desde hace más de 100 años por la excelencia de sus praderas y de los adelantos tecnológicos,  desarrollados por ellos mismos, para su mejoramiento.  Por algo toda la ganadería de ese país se basa en la utilización de praderas, siendo una ganadería netamente pastoríl. Gracias a su eficiencia y a pesar de ser un país pequeño, son los principales exportadores de carne ovina y de leche. Inventaron el cerco eléctrico y el uso de aviones para la siembra y aplicación de fertilizantes en los lomajes y  cerros.

Sin embargo, ya en los años 70 llegaron al techo, tanto en la producción como en la eficiencia de utilización de sus praderas. Allí empezaron los primeros problemas para muchos productores ovinos, que con la declinación de los precios no fueron capaces de obtener la  utilidad esperada.

En ese entonces Nueva Zelandia tenía una población de 70 millones de ovinos. Más del 90% de las ovejas eran de la raza Romney, que  se cruzaban con carneros  South Down  para producir corderos de exportación. La producción por oveja era de 1 cordero destetado, con 26 kilos de peso vivo. En las mejores praderas se mantenían 15 ovejas/ha, produciendo 390 kilos de peso vivo/ha.

El gran problema,  no  detectado por muchos años, fue la utilización de genética de baja eficiencia productiva, que no permitía expresar en dinero la excelencia de las praderas y su manejo.

Los productores de punta tenían planteles de Pedigree, con registros genealógicos que se remontaban a casi 100 años. Sólo se registraba el parentesco, pero no los parámetros productivos. La selección se hacía por línea de Pedigree y por apariencia física, no por producciones medibles.

A mediados de los años 60, el Profesor Sir Ian Coop, comenzó su trabajo de cruzar el Romney con Border Leicester, junto con un estricto programa de selección, para aumentar la cantidad de mellizos producidos. Tuvo que luchar muchos años con los Planteles de Pedigree, que no valoraron  este nuevo avance tecnológico y despectivamente  catalogaron  a la raza resultante, Coopworth, como “mestiza”.

Este Coopwoorth producía un 50% más de corderos destetados por oveja, mejoría lograda principalmente por haber cruzado dos razas complementarias y en mucho menor medida a la selección y vigor híbrido.

 Un trabajo de mucho mayor impacto fue el realizado por el Dr. Jock Allison, a comienzo de los años 90, al introducir al conservador escenario racial de Nueva Zelandia, las razas Finnish Landrace, Texel y East Friesian. Sin embargo, lo más importante fue introducir el concepto de formación de nuevas razas o compuestos, basado en los descubrimientos de los norteamericanos en CLAY CENTER, Nebraska, en los años 60.   Ahora quedaba claro que los registros genealógicos  basados en el Pedigree, sin antecedentes productivos, no tenían mayor valor.

En los años 90 la situación de los productores ovinos de Nueva Zelandia era tan mala, que el inventario nacional se había reducido a sólo 30 millones de ovejas y muchos cientos de productores habían vendido sus campos.

A pesar de la férrea oposición de los planteles de Pedigree productores de genética tradicional, preferentemente Romney, el esfuerzo del Dr. Allison fructificó y en sólo 15 años, el promedio nacional de las ovejas en Nueva Zelandia subió a 1,4  corderos destetados, con más de 37 kilos de peso vivo por cordero. Los productores con buenas praderas ahora producen  algo más de 900 kilos de cordero/ha.

Hoy día, gracias al cambio genético generalizado, tanto por la aparición de nuevas razas, como por un fuerte proceso de selección por resultados, Nueva Zelandia, con 30 millones de ovejas produce casi la misma cantidad de carne de cordero que cuando tenía 70 millones de ovejas. Lamentablemente para ellos, han llegado a un nuevo techo, pues en el corto plazo no hay tecnologías disponibles para seguir aumentando la eficiencia de sus ovejas, ni la producción de sus praderas. Tampoco hay nuevos terrenos de baja producción que mejorar. El aumento de los costos vuelve a transformarse en una amenaza para estos productores.

Su próxima meta será producir corderos pesados, de sobre 25 kg de canal. Para ello deberán volver a cambar su genética, introduciendo germoplasma que favorezca la producción de leche de la oveja y el carácter magro de las crías.  El proceso de cambio se permanente como en todas las industrias y a la larga los consumidores terminan recibiendo productos de mucho mejor calidad y a un precio más conveniente.

Paralelamente  los científicos en Nueva Zelandia ya trabajan para aumentar la eficiencia reproductiva de la oveja, con avances anuales de 3 a 4%, mientras que los genetistas forrajeros aumentan en  3% anual  la productividad de las nuevas forrajeras que saldrán al mercado en los próximos años.

EN CHILE:

El desconcierto sobre que raza utilizar es muy grande entre los profesionales y con mayor razón entre los productores que reciben de cada profesional una opinión distinta.

Se recomiendan razas, sin haber definido primero cuales son los objetivos de mayor impacto para el productor.

Por ejemplo se recomienda mucho utilizar carneros Texel. Si el objetivo principal fuera mejorar la calidad del cordero con animales magros y de mejor conformación, la recomendación estaría correcta. Sin embargo, para el productor, lejos la primera prioridad, es aumentar el número de corderos destetados por oveja encastada.

 Esto no se logra con el Texel. Al contrario, la mayor parte de las líneas Texel  son utilizadas sólo, como cruzamiento terminal, donde todas las crías hembras van a matadero. La razón es su baja tasa de prolificidad, pues produce muy pocos mellizos. De esa forma es imposible aumentar la masa de un productor. Si dejara hembras de esta cruza para su reproducción, obtendría cada vez menos corderos, al ir reemplazando cada año una parte de su rebaño por un ganado poco prolífico.

Esta recomendación de usar Texel es muy buena para mejorar la calidad de los corderos, factor que en Chile hoy día, casi no se valora ni paga. En nueva Zelandia la principal raza de carneros para cruzamientos terminales es el Texel.

Otro ejemplo es la recomendación de usar Suffolk, por su gran popularidad. Se olvidan que en el país es una raza poco prolífica y que los corderos se engrasan a los 30 kilos de peso vivo. Si se utilizara estas ovejas, aún en praderas de muy alta productividad, no sería un  negocio rentable, por la baja cantidad de corderos producidos y la limitación en su peso de faenamiento.

La recomendación más curiosa es utilizar el Dorset en la zona sur, para tener un ciclo sexual amplio y así producir 1,5 o  en algunos casos hasta dos partos al año. En primer lugar por la latitud geográfica, las razas de ciclo amplio, sólo expresan parcialmente esta característica. Adicionalmente no es recomendable pasar directamente de un manejo prácticamente extensivo, con un parto al año y un solo cordero destetado por oveja, a otro manejo muy intensivo, con más de un parto anual. Primero hay que dominar el manejo reproductivo y nutricional del rebaño, produciendo en un parto una proporción importante de mellizos. Sin la adecuada nutrición, el fracaso de tener partos frecuentes está garantizado.

Otros factores no considerados en esta recomendación es la poca prolificidad de los Dorset y su tendencia a engrasarse cuando sobrepasan los 35 kilos de peso vivo, por lo que su productividad es menor.

Un factor muy importante, que recién se está teniendo en cuenta en el extranjero, es la precocidad sexual, donde con encastes a los 7 meses de edad, las hembras producen un cordero cuando recién cumplen un año. Este es un cordero adicional en su vida productiva, no afecta su posterior desempeño y los corderos son muy similares a los de ovejas adultas.

 Como esta categoría de hembras representa la clase más numerosa del inventario, muchas veces sobre el 25%, el lograr en promedio un cordero significa aumentar el porcentaje de parición del predio en forma muy importante y prácticamente sin ningún costo adicional.

En resumen, antes de recomendar una determinada genética, es necesario definir lo que se quiere obtener y como dicha genética cumple con los resultados esperados.

Los principales requerimientos son:

  1. Alta prolificidad, con al menos 1,5 corderos destetados por oveja adulta.
  2. Precocidad sexual, que permita obtener al menos 1 cordero destetado en borregas, cuando cumplan 1 año de edad, con encastes a los 7-8 meses de edad.
  3. Calidad carnicera del cordero, donde lo más importante es que sea magro y permita faenarlo, al menos con 45 kilos de peso vivo.
  4. Carne tierna, sabrosa y suave, sin olor.
  5. Buena proporción de músculos que den origen a chuletas grandes y piernas voluminosas.

 

 

 

GENÉTICA:  LA TECNOLOGÍA OLVIDADA EN LA PRODUCCIÓN OVINA DEL SUR DE CHILE

                                                                                                                                      Daniel Claro Mimica

                                                                                                                             Ing. Agrónomo M. Agri. Sci.

                                                                                                                                          GOLDENSHEEP LTDA

 

En general hoy día los suelos del sur de Chile tienen un alto valor comercial. Para poder sostener un negocio ovino rentable en ellos, deben cumplir con elevados estándares de calidad, para que los demás componentes del  sistema productivo puedan expresar todo el potencial que el rubro tiene con la tecnología moderna.

SUELO: Es la inversión más alta de toda explotación ganadera, representando sobre el 80% del capital total requerido.

La productividad del suelo, en el negocio ganadero, se expresa en el potencial del forraje que puede producir la pradera que soporta, medida en kilos de materia seca por hectárea.

En la zona sur, para que el suelo pueda sostener una ganadería rentable, debe tener las condiciones mínimas que requieren las praderas que exigen las praderas de alta productividad. Estas condiciones mínimas son un buen drenaje; saturación de aluminio menor a 3%; pH sobre 5,8; fósforo superior a 15 ppm; azufre 20 ppm.  y potasio 200 ppm.

Las fallas más generalizadas de los suelos del sur son problemas de drenaje; altos niveles de acidez y saturación de aluminio, bajo contenido de fósforo y azufre.

Por eso, antes de mejorar las praderas es indispensable mejorar el suelo.  De otra forma la inversión en praderas productivas se pierde rápidamente y se produce un retorno a la cubierta de chépica y malezas que caracterizan a las praderas naturales de suelos pobres.

PRADERAS: Son la fuente de alimentación del ganado, mediante el pastoreo directo y  de forrajes conservados, ya sea como ensilaje o heno. Sólo en las lecherías de alta producción se utilizan concentrados.

En suelos de buena fertilidad el potencial de las praderas es de 10 a 15 ton de materia seca/ha/año.

La fertilidad del suelo es la base productiva y representa una elevada inversión. Sin embargo otros factores también son de máxima importancia, como las especies forrajeras que se establecen y las variedades de dichas especies.

Las especies clásicas están en la mezcla de trébol blanco asociado a ballicas perennes, que se adaptan en excelente forma al manejo ovino intensivo, con más de 80 años de éxito en países de clima y suelos similares a los de nuestro sur.

GENÉTICA DE FORRAJERAS:

Recientemente se han incorporado a esta mezcla o como cultivos suplementarios, dos nuevas especies, chicoria y plantago (siete venas), hierbas forrajeras, desarrolladas genéticamente en Nueva Zelandia a partir de malezas. Tienen una duración de hasta 4 años, pero aportan una gran producción de verano, aún bajo condiciones de sequía, gracias a sus profundas raíces.

Otras características de estas de estas nuevas forrajeras son el alto contenido de energía y minerales, que aumentan la producción diaria de leche o carne de 7 a 10%.

Por otra parte, las variedades modernas de forrajeras son muy superiores  a las con más de 10 años  de antigüedad, en producción de materia seca; resistencia a enfermedades y plagas; valor nutritivo. Esto debido al permanente trabajo genético de las empresas productoras de semillas, que logran un mejoramiento acumulado anual de 2 a 3% en promedio.

Este constante mejoramiento en productividad de las nuevas variedades de las forrajeras, hace necesario un recambio de praderas, al menos cada 10 años, para incorporar las variedades más recientes que pueden superar la productividad de las antiguas en 15 a 20%, lo que de por sí justifica plenamente el recambio.

Por suerte todas estas nuevas variedades llegan muy rápido a nuestro mercado, aunque muchos agricultores insisten en las antiguas variedades que conocen por más de 20 años.

A pesar de contar con las especies y variedades forrajeras de primer nivel, ese solo hecho no garantiza el éxito.

El manejo adecuado de los periodos de pastoreo; la altura de los residuos post-pastoreo; los rezagos y la fertilización de mantención, son  fundamentales para la sobrevivencia y alta producción de las praderas.

Con el buen manejo de praderas de alta productividad (10-15 ton materia seca/ha/año) se logra mantener 15 y hasta 20 ovejas/ha/año. Así se cumple con una parte muy importante de los requisitos para tener una alta eficiencia productiva con resultados económicos favorables.

GENETICA OVINA:  Junto al SUELO y PRADERAS, completa el trío de eslabones claves de la cadena productiva de la producción de carne ovina.

Es el factor más OLVIDADO, pues estamos acostumbrados a las razas tradicionales, las que en el rubro ovino, no solo son muy pocas en el sur de Chile, sino también tienen su productividad estancada desde hace más de 50 años. En todo este período no han sido mejoradas e incluso se han deteriorado.

Su producto principal, la carne de cordero, no cumple con las exigencias mínimas de calidad exigida por los consumidores.

Además sus bajos parámetros productivos tampoco satisfacen las necesidades económicas de los productores.

Ambos factores han producido en los últimos 50 años una reducción del inventario de ovinos del sur y centro sur, de al menos un 70%, a causa de los malos resultados económicos que originan.

En otros rubros ganaderos del sur han habido importantes cambios genéticos. Hace 30 años el Hereford era la raza más apreciada en producción de carne bovina, gracias a la rusticidad de sus vientres y a los novillos de menor edad que entregaban al mercado. Hoy día el Hereford ha sido sustituido masivamente por el Angus, que produce carne bovina de mejor calidad, gracias a su terneza, sabor y jugosidad.

La GENETICA OVINA MODERNA tiene dos atributos productivos de máxima importancia:

  1. CALIDAD DE LA CARNE: Gracias a que su grasa tiene mucho menor cobertura; mayor infiltración en la masa muscular y mejor composición de ácidos grasos, resultando en un producto sin olor a sebo, sabor suave, tierna y muy jugosa. Estas características hacen posible la producción del cordero pesado, con 45 a 55 kg de peso vivo a los 5 meses de edad, frente a los 35 kg a los 4 meses de las razas tradicionales.

  1. PROLIFICIDAD: Representa el número de corderos nacidos por oveja y que ya alcanza a sobre 1,5 corderos destetados por oveja en las razas modernas, en comparación con 1,1 corderos destetados de las razas tradicionales.

De esta forma, una oveja moderna es capaz de producir al menos 75 kg de corderos destetados, frente a los 40 kg de una oveja tradicional. Eso representa un aumento en la productividad de casi un 90% por oveja.

En general las razas más productivas tienden a ser de mayor tamaño y peso que las de menor producción. Por ello sus requerimientos nutricionales aumentan, a medida que aumenta su peso. De allí la importancia de analizar LA EFICIENCIA de conversión de alimento en carne, pues existe la creencia de que estas razas al consumir más alimento serían menos eficientes.

EFICIENCIA DE PRODUCCION:  Siendo el suelo el capital de mayor valor del negocio ovino, la producción de forraje y su conversión en carne, es fundamental para determinar los resultados económicos.

 No sólo se trata de producir más pasto, que solo es la materia prima para el producto final, la meta es aumentar la producción de carne por hectárea.

En este aspecto, el porcentaje de utilización del forraje producido es de gran importancia, dependiendo del manejo de las praderas y del ganado. En lecherías es difícil sobrepasar el 70% de utilización, mientras que en ovinos se llega hasta un 85%, dada su mayor flexibilidad en el manejo nutricional del rebaño de ovejas, durante el año.

La genética ovina es de elección del productor y determina en gran medida la eficiencia de conversión de pasto a carne, habiendo una gran diferencia a favor de las razas modernas.

 Las razas ovinas modernas  especializadas en producción de carne, en general, son de mayor tamaño que las tradicionales. El consumo de alimento de estas ovejas más pesadas es más elevado que el de ovejas más pequeñas, pero no son necesariamente menos eficientes.

En la zona sur la energía es la principal limitante de la alimentación del ganado, por eso la eficiencia con que se utiliza es un muy buen parámetro para medir la conversión del pasto en carne.

El consumo de energía de una oveja depende no solo de su tamaño sino también del número de corderos que produce. El consumo anual de energía, expresada en  Mega Joules de Energía Metabolizable (MJ EM) es el siguiente:

Oveja seca                                                                                3.775 MJ EM

Oveja con 1 cordero hasta 35 kg de peso vivo                    5.860 MJ EM

Oveja con 1,5 corderos hasta 35 kg de peso vivo                6.670 MJ EM   (+13%)

FUENTE: Elaborado en base a Nicol & Brook,2007 NZ Society  of Animal Production

Un rebaño  con genética moderna puede producir 1,5 corderos por oveja que comparado con 1,1 corderos de las razas tradicionales significa un 35% de aumento en la cantidad de corderos, con sólo un incremento en el costo energético de 13%.

Sin embargo, la mayor ventaja de las razas modernas al producir corderos magros, es la producción de corderos pesados, donde se expresa realmente la mayor eficiencia de conversión del forraje, gracias a la característica genética del tipo de cordero producido.

La energía consumida por una oveja moderna para producir en promedio 1,5 corderos anuales varía según el peso final del cordero.

1 oveja TRADICIONAL + 1,1 cordero de 35 kg peso vivo                       5.860  MJ EM

1 oveja + 1,5 corderos de 35 kg de peso vivo cada uno                          6.670  MJ EM

1 oveja + 1.5 corderos de 45 kg de peso vivo cada uno                          7.232  MJ EM

1 oveja + 1,5 corderos de 50 kg de peso vivo cada uno                          7.569  MJ EM

FUENTE: Elaborado en base a Nicol & Brook,2007 NZ Society  of Animal Production

En el caso del peso más alto (50 kg x 1,5 corderos), la producción por oveja es de 75 kg de peso vivo y su consumo de 7.569 MJ EM. La oveja tradicional produce 40 kg de cordero, con un consumo de 5.860 MJ EM.  Para un aumento  de 89% en la producción de  kilos de cordero por oveja, sólo se produce un aumento de 29% en el consumo energético aportado por el forraje.

En resumen las razas modernas no sólo producen más corderos de mayor peso, sino que son mucho más eficientes en la conversión de pasto en carne.

Hay muchos factores que determinan la rentabilidad de la ovejería moderna, pero el más olvidado de todos en nuestro país, es sin ninguna duda la genética, a pesar de su gran impacto.

 

 

EL CORDERO PESADO GANA TERRENO

                                                           Daniel Claro Mimica

                                                                                                                                   Ing. Agrónomo M.Agr.Sci

     GOLDENSHEEP LTDA

 

La industria ovina en EEUU siempre ha sido el pariente pobre de la ganadería. concentrándose en algunos estados del interior y muy especialmente en las reservaciones de  tribus indígenas. Hasta en las películas de vaqueros los ovejeros siempre fueron discriminados por los grandes ganaderos, relatando sin duda la realidad del rubro en los tiempos del lejano oeste.

Los norteamericanos nunca se han destacado entre los países productores ovinos, a diferencia de su indiscutido liderazgo mundial en la tecnología de producción de carne bovina.

Sin embargo, gracias a su pragmatismo y gran capacidad de innovar, han sido los pioneros en los dos principales adelantos genéticos que hoy día son fundamentales para la producción eficiente de carne ovina.

En primer lugar, a mediados del siglo pasado en la Estación Experimental de Clay Center, Nebraska, descubrieron que las leyes genéticas de Mendel, con su natural dispersión en los cruzamientos, no aplicaban para los principales factores productivos de reproducción, ganancia de de peso etc., sino que dichos parámetros se rigen por la genética aditiva. Con ello, al hacer cruzamientos entre 4 razas, dieron origen al Polipay, la primera raza compuesta ovina, de muy rápida estabilización genética y cuyos principios técnicos revolucionaron al rubro  en Australia y Nueva Zelandia 40 años más tarde.

El otro aporte fundamental ha sido el concepto de producir corderos pesados, para lo cual es indispensable la característica de presentar carne magra. Así los corderos en EEUU se faenan con 80-90 kg de peso vivo a los 11 meses de edad, luego de un proceso de engorda a feedlot.

Determinaron que el carácter magro está asociado, en términos generales, al tamaño del peso adulto del animal. Mientras mayor sea el peso adulto, más se demora durante su etapa de crecimiento en depositar grasa y por ende se pueden faenar a una edad y peso mayor sin sobreengrasarse.

Lentamente los líderes mundiales del mercado ovino han ido reconociendo estos dos grandes descubrimientos de los norteamericanos. En el caso de la carne, en Nueva Zelandia por 60 años produjeron corderos de 12 kg vara. En los últimos 20 años, gracias al cambio genético y a la presión económica, han aumentado a 19 kg vara el peso promedio de sus corderos. Lejos aún de los 30 a 40 kg vara de los corderos producidos en USA. Para continuar aumentando el peso de faenamiento de sus corderos, en Nueva Zelandia, deberán volver a modificar su genética para reforzar dos factores fundamentales, por un lado la producción de leche de las ovejas, a fin de obtener un peso al destete mucho más elevado que el actual y por otro aumentar el factor magro a un mayor nivel que el actual.

Tal como hemos definido hace ya un buen tiempo, en nuestra política de producción de corderos, la apuesta de volcarse al CORDERO PESADO se está imponiendo cada vez con más fuerza en los países líderes del rubro.

Nuestros estudios técnicos indican que el cordero pesado, en el rango de 45-50 kg de peso vivo, es la forma más eficiente de producir corderos para el sur de Chile, aprovechando el periodo de primavera-verano-otoño, que acumula más del 80% e la producción anual de las praderas.

  Para ello es indispensable contar con la genética que garantice la obtención de carne magra y praderas de excelencia para que la ganancia de peso de los corderos sea muy alta, y así  puedan alcanzar esta meta a una edad temprana, 5 a 6 meses de vida, antes de la presencia del invierno donde es muy difícil obtener ganancias de peso.

La época del año más propicia para el crecimiento y desarrollo de los corderos en el sur, está comprendida entre mediados de Septiembre y fin de Marzo, periodo donde se dispone del máximo crecimiento de las praderas además de un alto valor nutritivo, donde el contenido de energía del alimento es fundamental, puesto que normalmente el nivel de proteína está sobre el mínimo requerido.

Podemos distinguir dos etapas en el proceso del desarrollo del cordero. La primera corresponde a la lactancia y luego la engorda.

LACTANCIA:

Comprende desde el nacimiento hasta el destete. Tiene dos fases bien definidas:

  1. Desde el nacimiento hasta los dos meses de edad, periodo donde la leche es el alimento principal del cordero, aportando el 90% de sus requerimientos nutricionales en promedio. Este periodo coincide con los máximos requerimientos de la oveja, que hasta cuadriplica sus requerimientos nutricionales básicos. Por ello el manejo animal la hace coincidir con el máximo crecimiento de las praderas en plena primavera.

A pesar de contar con forraje muy abundante el costo de la lactancia es tan importante para  las ovejas de alto nivel productivo que no son capaces de consumir todo el alimento requerido, aunque haya una gran abundancia de pasto. Deben recurrir a sus reservas corporales de grasa para mantener un alto volumen de producción láctea, por lo que bajan de peso.

  1. La segunda fase se caracteriza por la declinación de la producción de leche y el aumento rápido del consumo de pasto por parte del cordero, que rápidamente pasa de ser monogástrico a rumiante. Casi todas las razas ovinas tienen una lactancia corta, con un máximo de 90 días de duración.  Las razas lecheras como la East Friesian o Milchshaf tienen lactancias superiores a los 180 días.

El destete se programa según la disponibilidad de leche de la oveja y de pasto para alimentar a los corderos destetados. En la producción de corderos de hasta 35 kg. de peso vivo el término de la lactancia de las ovejas coincide con el peso de faenamiento de los corderos y van directamente al matadero, sin un período de engorda.

En el caso de los corderos pesados, con metas de 45-50 kg o más, se requiere un periodo de engorda para completar el proceso productivo

DESTETE Y ENGORDA:

Los corderos provenientes de genética con participación de la raza East Friesian , nacidos a fin de Septiembre, en el sur de Chile, ya  pueden alcanzar un peso de 40 kg a fin de Enero, a una edad cercana a los 4 meses, oportunidad en que son destetados. Si además poseen genética magra pueden continuar su ciclo productivo pasando a la etapa de engorda.

Para ello se deben  alimentar en praderas de muy alta calidad, pues sus exigencias nutricionales son muy elevadas, particularmente en forrajes de alta energía y digestibilidad. Así se asegura un alto consumo de nutrientes, para que su desarrollo no se vea afectado.

Por eso se requiere que las praderas tengan alta digestibilidad, nivel proteico superior a 13 % de proteína y sobre todo, un alto nivel de energía, sobre 2,75 M.cal de Energía Metabolizable por kg de materia seca.

El cumplimiento  de estos requerimientos nutricionales por parte del forraje, no es fácil si no se cuenta con una pradera adecuada. Las ballicas en el verano entran en un periodo de maduración natural, emitiendo espigas, seguido de un periodo de latencia productiva. No solo se detiene momentáneamente su crecimiento, sino que baja notablemente su calidad nutritiva, su digestibilidad y valor proteico.

Sólo el trébol es capaz de tener buen desarrollo en el verano con un alto contenido de energía y proteína, requerimientos indispensables para que los corderos ganen peso a elevadas tasas sobre los 0,3 kg por día.. También cumplen con este requisito las hierbas forrajeras: chicoria y siete venas.

Otras opciones para la engorda estival de corderos son el uso de cultivos forrajeros suplementarios como raps; raps asociado a trébol rosado, o trébol rosado-siete venas y/o chicoria.

El proceso de engorda es la etapa de mayor rentabilidad en el ciclo productivo ovino, similar al caso de los bovinos de carne, pues en este caso el costo adicional en tiempo y en recursos es muy marginal, de modo que prácticamente todos los kilos ganados son utilidad neta.

Hoy día prácticamente no hay engordas de corderos en el país, principalmente por no disponer de la genética magra y también por no contar con las praderas de alta calidad.

En la siguiente tabla se indica el peso óptimo de faenamiento para los corderos provenientes de razas magras, o donde uno de sus padres posee genéticamente dicho carácter

 

PESO OPTIMO DE FAENAMIENTO DE CORDEROS SEGÚN TAMAÑO DE SUS PADRES

tabla pesos

La tabla está confeccionada en base a promediar el peso adulto de la oveja  con el peso adulto del carnero de las razas progenitoras, multiplicando dicho resultado por 0,7. Dicha cifra indica el peso optimo de faenamiento de las crías, según su desarrollo fisiológico, antes de comenzar la etapa del desarrollo donde depositan grasa. Esta tabla no aplica para razas no magras.

En el caso de la raza Goldensheep donde la oveja tiene un peso promedio 70 kg y el carnero 110, el peso recomendado para el faenamiento sería de 63 kg. Si se sobrepasa el peso recomendado se corre el serio riesgo de producir canales engrasadas.

MERCADO:

Afortunadamente nuestro mercado y la Planta Faenadora del sur, han asumido que el futuro de la producción de corderos del sur pasa necesariamente por el cordero pesado, siendo lo más conveniente, no sólo para los productores, sino también para el proceso de industrialización de la carne y en forma muy especial para el consumidor final.

Esta realidad ha costado mucho en ser aceptada en países líderes del rubro ovino como lo es Nueva Zelandia, que se ha caracterizado, no solo por sus innovaciones científicas en favor de la producción ovina, sino también por tener una mentalidad profundamente conservadora en la composición racial de sus rebaños.

Luego de casi 100 años, donde el cordero liviano de 27 kg de peso vivo y 12 kg de canal, basada en la oveja Romney era el estándar del cordero de calidad. Sobre ese peso no se podía comercializar por acumular una gran cantidad de grasa. El aumento acumulativo de los costos de producción hicieron muy poco competitiva a la industria ovina de Nueva Zelandia que en 25 años bajó su inventario de 70 a 35 millones, sobreviviendo solo los productores de mayor tamaño y eficiencia.

Luego a mediados de los años 90 introdujeron nueva genética proveniente de Europa, encabezada por las razas East Friesian y Texel, que  en sus cruzas con el tradicional Romney y gracias a ser magras, permitieron la producción de corderos más pesados, pero aún con un fuerte componente Romney.

Se estableció un nuevo estándar donde el peso de la canal promedio llegó a 17,5 kg. Todavía el Romney, mejorado por selección, domina el inventario, pero cada vez va disminuyendo su impacto con el crecimiento de nuevas razas compuestas, donde el Romney forma parte de ellas como  un componente cada vez menor.  Incluso este  nuevo estándar de 17.5 kg promedio, con un tope de 22 kg para las canales de cordero, se ha ido quedando estrecho ante la permanente lucha de los productores contra el aumento de costos y el aumento de las razas modernas que son mucho más magras incluso que el Romney mejorado.

Lentamente y a razón de 0.3 kg por temporada, se ha ido incrementando el peso promedio de las canales, gracias a que cumplen con el requisito básico de ser magras. Hoy día el peso promedio de las canales de cordero de Nueva Zelandia ha subido a 20 kg y seguirá subiendo.

La industria ovina de Nueva Zelandia tuvo que adecuar sus parámetros de calidad y precios, primero con el cambio de 12 kg a 17.5 kg de peso de canales, eliminando el castigo anterior que pesaba sobre varas de sobre 13 kg., estableciendo una nueva escala  con un tope de 22 kg.  que es el adecuado para su actual genética.

La realidad del mercado y el gusto de los consumidores hace cambiar las exigencias para la cadena productiva. El piso para el mercado de USA y Europa del Norte es de 22 kg vara de carne magra. Muy pronto en Nueva Zelandia deberán cambiar sus normas para promover canales que superen los 22 kg de hoy día.

PRECIO VARA NETO A PRODUCTOR NZ Diciembre 2014
Kg  vara $NZ cordero $NZ/ kg $US/kg $ CH/kg
13 51,73 3,98 2,97 1.869,16
15 88,39 5,89 4,39 2.767,95
17 103,13 6,07 4,52 2.849,59
19 111,62 5,87 4,38 2.759,53
21 122,95 5,85 4,37 2.750,15
FUENTE:  Elaborado en base a Agri HQ-SB report December 2014
1 $US = 0,7456 $ NZ
1 $US = $ 630

Hoy día el precio vara para los productores de corderos en Nueva Zelandia no ofrece mayores diferencias entre los 15 y 21 kg, rango donde se concentra toda la producción. Sin embargo, se establece un fuerte castigo para el que fuera su producto estrella hace 30 años atrás, el cordero de 13 kg vara.

La razón no sólo es por la eficiencia de la cadena productiva, que ha eliminado esta opción, sino porque la demanda de este cordero liviano se ha ido reduciendo a gran velocidad y hoy día sólo se mantiene en los países europeos del área mediterránea, que además concentra la pobreza del continente.

En el futuro cercano, la presión de los productores por producir corderos más pesados y de los mercados que prefieren este tipo de corderos, hará que el poder comprador de las plantas procesadoras en Nueva Zelandia eliminen el castigo para los corderos pesados, donde los productores previamente deberán introducir nuevas modificaciones a sus componentes genéticos para fortalecer el componente magro de las canales a pesos cada vez mayores..

GENETICA PARA CARNE OVINA 2014

DANIEL CLARO MIMICA
Ing. Agrónomo M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl

La GENÉTICA OVINA y la eficiencia en la PRODUCCION Y UTILIZACIÓN DE FORRAJE, son los componentes fundamentales en el proceso de producción de carne de cordero.

PRINCIPALES FACTORES GENÉTICOS QUE POTENCIAN LA PRODUCCIÓN DE CARNE OVINA:

En un mismo animal deben incorporarse los siguientes caracteres productivos que se encuentran en la base genética  ovina y que por lo tanto son hereditarios.

1.- PRECOCIDAD SEXUAL:

Pocas razas presentan esta característica, pero se ha ido incorporando en las nuevas razas modernas.

Es la capacidad de que la hembra de reposición tenga su primer parto al año de edad. Con este avance genético se ha adelantado en un año la vida productiva de una hembra, sin afectar su desarrollo ni futuro reproductivo.

De hecho se logra un parto adicional en la vida útil normal. Tiene gran impacto económico, pues las hembras de reposición representan entre el 20 y 25% del inventario de hembras y generalmente solo producían lana.  Algunas razas modernas producen sobre 1 cordero por borrega de reemplazo, con lo que el porcentaje de parición del rebaño se aumenta considerablemente a un costo mínimo.

2.- PROLIFICIDAD:

Es la expresión genética del número de corderos nacidos por parto en una oveja. También es de gran importancia,  pues el rango entre ovejas adultas de distintas razas comerciales fluctúa entre 1 cordero a 1,9 por parto como promedio. Es un factor con un componente genético muy elevado.

2.1 Sobrevivencia del cordero:

Entre nacimiento y el destete hay una mortalidad de corderos, la que depende mayoritariamente de factores ambientales; manejo y nutrición.  Los principales factores negativos son la insuficiente nutrición pre parto de la oveja, que afecta el peso de nacimiento del cordero al nacer y por ende su vitalidad; el instinto materno que disminuye mucho en ovejas desnutridas, con la prioridad de salvar su propia vida; la producción de leche que depende tanto de la genética como de la nutrición.

Los rangos de mortalidad pueden fluctuar entre el 10% principalmente en corderos únicos; 35% en corderos mellizos y hasta 50% en trillizos. En estas muertes, además de la nutrición y clima, el manejo juega un rol fundamental.

La mortalidad post natal de los corderos se concentra en  el 90% de los casos en los 3 primeros días de vida. Por desnutrición- hipotermia en corderos de madres sub-alimentadas, condición que interactúa con el clima: LLUVIA Y VIENTO.

En explotaciones intensivas, con alta carga instantánea de ovejas/ha  (sobre 10 y en casos 50 /ha en periodos cortos), el factor de mayor importancia es el DESHIJAMIENTO, que mata muchos corderos en esos primeros 3 días de vida, incluso en corderos muy bien alimentados y con un clima óptimo.  Este problema afecta en particular a los mellizos, pues solo después del tercer día se produce el vínculo materno o bond, mecanismo por el cual los corderos identifican a sus madres y viceversa, aún en grandes aglomeraciones de ganado.

Por este motivo aún con nacimientos cercanos al 200% en ovejas adultas de razas muy prolíficas, es difícil sobrepasar el 160% de destete, principalmente por los problemas mencionados, asociados principalmente a factores ambientales y de manejo

La cifra que realmente importa en términos económicos, es el número de corderos destetados, que es función de la interacción de la genética con factores ambientales y de manejo.

3.-GANANCIA DIARIA DE PESO:

Depende de la capacidad genética de la madre para producir leche, del potencial genético del cordero para ganar peso y de la nutrición de la madre pre y post parto.

La principal diferencia, para un mismo medio ambiente y nutrición, es el componente genético de la madre en su aptitud lechera.

Aquí destaca en forma sobresaliente la raza East Friesian o Milchshaf, cuya presencia como componente es indispensable en las líneas maternas de todas las razas modernas.

Durante la lactancia hay dos factores importantes: la producción diaria de leche y la persistencia de la lactancia. Una madre con componente genético East Friesian puede producir más del triple de leche diariamente que una oveja doble propósito tradicional y tener lactancias de hasta 6 meses en vez de máximo 10 semanas.

La cantidad de leche producida por una oveja se puede medir en forma indirecta conociendo la ganancia diaria de los corderos durante los dos primeros meses de lactancia. Un kilo de leche de oveja produce 0,16 kg/día de aumento de peso en un cordero

A mayor ganancia diaria del cordero, mejor es la calidad de la carne y es más eficiente la conversión de pasto en carne. También permite, en razas magras, obtener corderos de mayor peso de venta a edades tempranas. Aumentando así la eficiencia productiva

4.-CALIDAD DEL CORDERO:

Hay varios aspectos que determinan la calidad del cordero, siendo mayoritariamente responsabilidad de la genética, con un componente nutricional que permite la expresión plena de la genética.

4.1 MAGRO:

Hoy día es un factor fundamental, pues hay un rechazo generalizado por parte de los consumidores hacia la grasa animal, en particular a la grasa de cordero, que por su tradicional dominancia de ácidos grasos saturados le da un olor rancio, muy penetrante y sabor fuerte , que es la principal razón de rechazo de este tipo de carne por parte de los consumidores.

Al ser magro un cordero no solo aumenta su aceptación en el mercado, sino que permite alcanzar fácilmente un 50% más de peso de faenamiento, sin afectar la calidad de la carne.

Este factor es hoy día fundamental en el resultado económico. Es difícil obtener utilidades con los pesos de faenamiento de las razas tradicionales, que sólo permiten calidad hasta pesos de 30-35 kg.

Al contar con buenas praderas es posible, cuando se dispone de una genética magra, faenar los corderos con 45-50 kg de peso vivo. El costo adicional es mínimo, pues esos 15 a 20 kg adicionales de peso se logran en 45  60 días de pastoreo, donde prácticamente el principal costo es el aumento del plazo en percibir el ingreso.

4.2 SABOR :

Está muy ligado al componente genético, que determina la proporción de los distintos ácidos grasos de la carne, donde se busca la dominancia de los ácidos grasos insaturados  y otros como el oleico, que no solo es beneficioso para la salud ,sino que le otorga un sabor suave a la carne al estar finamente infiltrado.

Adicionalmente con este tipo de ácidos, se acepta una mayor cantidad de grasa, sin riesgos para la salud y dándole a la carne gran terneza , jugosidad y sabor.

4.3 ÁCIDOS GRASOS SALUDABLES:

Además de los ácidos grasos insaturados, que no son dañinos para la salud, la genética influye fuertemente en la cantidad y proporción de los ácidos grasos OMEGA y los ácidos CLA, los que cada vez toman mayor importancia en la determinación de la calidad de la carne por sus efectos favorables en la salud humana.

La genética es la principal responsable de la calidad del cordero, siendo función tanto de la madre como del padre.

Cuando la raza materna no tiene cualidades carniceras sobresalientes, como lo es en la mayoría de las razas doble propósito y en LAS LINEAS MATERNAS de razas compuestas, se debe recurrir a un cruzamiento terminal con un carnero de excepcionales características carniceras, como lo son el Texel  o el Suffolk moderno, para mejorar la calidad del cordero. Esta es una buena solución, pero encarece y complica el manejo del rebaño del productor comercial al tener que manejar dos líneas genéticas en un mismo predio.

ROL DEL CARNERO:

En forma INDIVIDUAL, es el principal responsable de la genética de un rebaño, DEBIDO A QUE EN CADA TEMPORADA ES PADRE DE UN ELEVADO NUMERO DE CORDEROS. En todo caso, en forma global, la  genética de un rebaño está determinada en un 50%  por las madres y en 50% por los carneros, de modo que no hay que descuidar el rol de las madres.

El carnero tiene una vida útil recomendada de 3 temporadas, para  así  acelerar el ingreso de nuevos reproductores. Si el Plantel de origen de los reproductores está en  un  proceso de mejoramiento continuo, aporta una mejor calidad, que se traduce en un incremento de la productividad de la nueva genética en 2 a 3% anual, que es la tasa esperada de mejoramiento del plantel proveedor de carneros. De allí la importancia de reemplazar con frecuencia los carneros a fin de incorporar rápidamente el progreso genético que desarrolla el Plantel proveedor de carneros. Este aparente mayor costo se compensa fácilmente con los aumentos productivos.

En explotaciones intensivas se puede utilizar entre 0,5% hasta 2% de carneros. En ambos casos la cantidad final de ovejas preñadas es similar. La gran diferencia está en la distribución de los nacimientos. Al usar un 2% de carneros, sobre el 70% de los nacimientos ocurre en los primeros 17 días de parición y a los 30 días de iniciado el parto están todas las ovejas paridas.

Con  el porcentaje más bajo de carneros se atrasa la fecha promedio de partos hasta en 3 semanas.  La explicación es muy simple. Los carneros entran a la temporada reproductiva con una reserva de semen en sus testículos que les permite realizar una gran cantidad de montas fértiles en un día, aunque muchas de las cuales son con una misma oveja, pues hay un número limitado de ovejas en celo cada día.

Luego de una semana de actividad sexual se agotan las reservas y el carnero solo puede utilizar la cantidad de semen que produce cada día, lo que restringe el número de ovejas que puede fecundar diariamente. Si el encaste se alarga hasta 2 meses, finalmente termina preñando a todas las ovejas.

Este atraso en la fecha promedio de las fecundaciones y por ende en la edad promedio de los corderos, no es muy importante en sistemas donde las pariciones son muy tempranas y se dispone de una larga temporada de crecimiento del pasto para engordar a los corderos nacidos. Tampoco lo es cuando el objetivo es producir corderos de peso mediano en un ambiente favorable.

Sin embargo, adquiere mucha importancia en sistemas  de temporada corta, como en Magallanes, donde por ser explotaciones extensivas y por tener una temporada muy limitada para el desarrollo del cordero, se utiliza un 4% de carneros.

Pasa a tener gran importancia en sistemas intensivos que tienen como objetivo producir corderos pesados. En este último caso el usar menos del 1% de carneros puede significar un menor peso de venta de cada cordero de 6  a 8 kilos en promedio por cordero.

COMO USAR UNA GENÉTICA MODERNA:

Lo primero es definir que tipo de cordero se quiere producir.

A nivel país, como es el caso de Nueva Zelandia, con sobre 20 millones de corderos faenados anualmente, es normal la presencia de una gran variedad de tipos de corderos, porque hay muchas razas utilizadas, cada cual se acomoda mejor a las características de cada predio en particular y de cada área geográfica en general. Adicionalmente están sin duda las preferencias personales de cada productor, las que no siempre obedecen a factores productivos y comerciales.

A nivel mundial hay mercado para todo tipo de corderos, destacándose principalmente las siguientes  categorías:

CORDERO ULTRA LIVIANO o lechal: Típico de los productores de queso de España, Francia, Grecia, donde el cordero es faenado antes del mes de edad con 6-7 kg de canal, pues la leche vendida como queso es mucho más rentable que vendida como carne.

CORDERO LIVIANO: Como el consumido en los países mediterráneos con 12-13 kg de peso de canal. Ese era el cordero de Nueva Zelandia hace 25 años y es el cordero magallánico de hoy día.

CORDERO MEDIANO: Con 17-19 kg de canal, MAGRO, que es el actual cordero de Nueva Zelandia.  Este mercado ha ido desplazando al antiguamente cordero de 12 kg que era el de mayor consumo

CORDERO PESADO: Canales de 22 a 27 kg que hoy día es producido principalmente en Australia, en base a cruzamientos terminales y cuyo mercado está en USA. Alemania, Bélgica, siendo la categoría con mayor aumento porcentual en su demanda mundial.

CORDERO ULTRA PESADO: Producido solamente en USA con animales magros, de gran tamaño y hasta 12 meses de edad, engordados en feedlot y con pesos de sobre 40 kg de canal.

Cada uno de estos tipos de corderos proviene de distintas genéticas y diferentes sistemas productivos. Así como el mundo occidental prefiere corderos MAGROS en cada una de las categorías que consumen, el mundo árabe solo compra corderos GRASOS.

En resumen, cada productor elige que tipo de cordero se adapta mejor a sus condiciones productivas. Lo importante es que a NIVEL INTERNACIONAL hay mercado para cada tipo de cordero, lo que es una gran ventaja para que el productor elige lo que más le conviene.

Los mercados que prefieren un determinado tipo de cordero exigen UNIFORMIDAD y calidad acorde a las características de cada categoría. También exigen un volumen y confiabilidad en las fechas y cantidades comprometidas en sus compras.

En países con grandes volúmenes de producción y gran variabilidad racial y geográfica, como Nueva Zelandia y Australia, las compañías faenadoras compran corderos de todas las categorías y de esa forma diversifican sus mercados.

Sin embargo, no hay productores individuales suficientemente grandes para tener más de un tipo de cordero. Cada cual elige el que mejor se acomoda a sus características productivas y su mercado natural es la planta faenadora, donde en muchos casos el productor es uno de los tantos socios.  Cada productor tiene un solo tipo de cordero, en base a la raza que explota y a las características productivas de su campo.

UNA VEZ ELEGIDA UNA RAZA MODERNA, la que hoy día no está presente en Chile a nivel comercial, la única alternativa es  llegar a dicha raza mediante cruzamiento absorbente, utilizando carneros de la raza elegida sobre la raza local, para ir acercándose al menos al F3, con el 85% del potencial de la raza pura.

¿COMO ABASTECERSE DE CARNEROS DE UNA NUEVA RAZA ?

Existen varias opciones con distintos riesgos y costos

Riesgos: que la raza elegida en el extranjero no se adapte a las condiciones locales de producción, riesgo menor, pero al no tener datos locales hay que tener muy claros los conceptos de cómo elegir.

Lo importante es conjugar en una sola raza los factores de mayor impacto en el valor de la producción

  • Número de corderos destetados por oveja
  • Ganancia de peso diaria de los corderos
  • Peso de los corderos destetados
  • Calidad de la carne producida (factores organolépticos como sabor, terneza, olor,         jugosidad)
  • Característica magra
  • Reproducción precoz de las borregas

No hay muchas razas que presenten TODAS estas características. Lo normal es la existencia de líneas maternas y líneas paternas, lo que complica el manejo y aumenta los costos pues se deben manejar 2 rebaños distintos en una misma explotación. El rebaño reproductor constituido por la línea materna, que produce las hembras de reemplazo y el rebaño comercial, que se cruza con el carnero terminal, donde todas las crías se faenan.

Por eso las pocas razas que tienen las características  maternas y paternas en su genética presentan una indiscutible ventaja.

Costos: Al no existir la raza ideal en el país a nivel comercial, la alternativa es IMPORTAR el material genético donde la mejor opción por calidad y sanidad es NUEVA ZELANDIA.

Normalmente la mejor opción de largo plazo es importar vientres y carneros en número suficiente para poder establecer la nueva raza sin tener problemas de consanguinidad, formando un PLANTEL LOCAL.

Hay dos alternativas, aunque ambas son de alto costo:

a)      Traer un grupo de al menos 100  vientres y 10 carneros por vía aérea

b)     Traer un número importante de embriones para implantar en ovejas locales

Hoy día la opción b es más recomendable y de menor costo.

Sin embargo, el mayor costo y dificultad, es la larga espera en CONSTRUIR UN PLANTEL de un tamaño adecuado, el que no debería ser menor a 1500 vientres.

La cifra de 1.500 vientres se recomienda para que  las crías nacidas puedan ser FUERTEMENTE SELECCIONADAS, en particular los carnerillos.

Otras opciones, de menor inversión inicial, pero de un costo operacional mucho mayor por oveja comercial encastada, es la importación de carneros vivos o de semen congelado.

EL NEGOCIO OVINO EN CHILE

Daniel Claro Mimica
Ing. Agrónomo, M.Agr.Sci.
daniel@goldensheep.cl

MAGALLANES:

Principal región ovejera del país. En la actualidad con 2 millones de ovejas y 95% de las exportaciones de carne  ovina del país.

Sistema productivo extensivo, donde casi el único insumo es la mano de obra, con un ovejero por 3.000 ovejas. Costos muy bajos en operación y tierra de muy bajo valor, sin otras opciones productivas, salvo los bovinos de carne que son menos rentables.

Se basa en pastos naturales, muy difíciles de reemplazar, tanto por costo como por condiciones climáticas. Actual producción muy cercana al techo productivo. Exportación de carne casi estancada con 5.500 a 6.000 ton/año, donde sólo 4.500 ton. van a Europa, cuya cuota sin arancel es de 6.000 ton/año y se incrementa en 200 ton. anuales.

El tamaño medio de los 300 principales productores ovinos es de 4.000 ovejas. Hay unos 15 EMPRESARIOS de mayor tamaño con rebaños desde 20.000 a 300.000 ovejas.

Margen bruto operacional aprox. $20.000 por oveja y $15.000 por hectárea. Pero cada productor tiene muchas ovejas en muchas hectáreas.

Aunque por razones de adaptación a las duras condiciones ambientales utilizan una raza doble propósito, cerca del 80% de los ingresos proviene de la producción de carne.

 

V a X REGION:

El inventario en 50 años  de esta macrozona bajó de 4 millones de ovejas, a sólo 1 millón. La reforma agraria  de finales de los años 60 eliminó las ovejerías de un tamaño superior a 1000 ovejas. Este cambio de escala productiva en la práctica significó el fin de la ovejería como rubro productivo comercial en toda la zona central y buena parte de la zona sur.

El sistema productivo era y aún  es, extensivo, similar al magallánico, pero en predios muy pequeños, en base a pasto natural e inviable por la reducida escala utilizada. Apenas genera ingreso para el pago de la mano de obra en los predios malamente llamados “grandes”.

Más del 75% del inventario está en explotaciones de 10 ovejas. Muy pocos predios comerciales con más de 1000 ovejas. Casi no hay empresarios, sólo agricultores.

Producción en zona central 20 a 30 kg de peso vivo/ha al año y en la zona sur 90 a 100 kg. Margen bruto operacional -$6.000/ha zona central y sólo $28.000 /ha en la zona sur.

PORQUÉ HAY UNA GRAN OPORTUNIDAD COMERCIAL:

 La declinación permanente del negocio ovino, desde los años 60 en adelante, a causa de que el rubro dejó de ser un negocio atractivo, se refleja fielmente en la desaparición de los empresarios ovinos y la constante disminución del inventario.

Hay regiones donde las cifras son realmente dramáticas, como por ejemplo en la V Región, cuyo inventario bajó desde casi 200.000 cabezas (1975) a menos de 27.000 y con seguridad seguirá bajando, por los 8 meses de sequía anual; inexistencia de mataderos; robos; ataque de perros; incendios etc.

Sin embargo, donde el clima es propicio para el crecimiento de las praderas durante la mayorparte del año, a pesar de la muy deprimida situación actual del rubro ovino, existe un enorme potencial esperando su oportunidad.

La tecnología moderna utilizada en los países líderes no se emplea en Chile y su aplicación hace el negocio muy rentable, en términos comparativos con otras alternativas ganaderas y agrícolas; particularmente en la zona sur, aunque no tanto en la zona central.

El gran potencial se concentra en las regiones IX, X y XIV, donde existen sobre 1,5 millones de hectáreas de pastos naturales de muy baja productividad, que  en un importante porcentaje se puede sustituir por praderas sembradas, si se mejora la fertilidad del suelo e incorpora semillas forrajeras. El aumento en productividad  de forraje por hectárea con este cambio es de hasta 5 veces.

EN LA ZONA SUR:

INGRESOS BRUTOS:  Esta cifra es muy fácil de calcular y nos da una primera idea del potencial económico de un rubro. No hay que engañarse porque lo que realmente importa es el Margen Neto, al descontar los gastos operacionales, habiendo algunos rubros con gastos muy elevados.

Lecherías TOP: Producen 8.000 lts. de leche/ha., con un precio productor de $200/lt. generando un ingreso bruto de $ 1.600.000/ha/año.

Engorda de novillos TOP: Producen 800 kg. de ganancia de peso vivo/ha/año vendidos a $ 1000/kg., obteniendo un ingreso bruto anual de $ 800.000/ha.

Crianza TOP: Produce 2,5 terneros/ha/año con 600 kilos vendidos a $1100/kg, ingresando una venta bruta de $ 660.000 /ha./ año.

Trigo TOP: Produce 75 quintales/ha a $ 15.000, con un ingreso bruto de $1.125.000/ha

Ovejería TOP: Con 20 ovejas/ha produce 1.250 kilos de peso vivo/ha anual a $ 900/kg. El ingreso bruto es de $1.125.000/ha.

 

GASTOS OPERACIONALES:

Cada cual tiene sus propios costos operacionales, por lo que es difícil generalizarlos. Es una tarea personal de cada productor analizar el potencial de su campo al explotarlo con las distintas alternativas productivas que son posibles de realizar.

La lechería y el trigo son los con mayores gastos operacionales.

La lechería, en mano de obra, electricidad, insumos veterinarios y concentrados alimenticios.

El trigo, en semillas, pesticidas, herbicidas, fertilizantes y maquinaria. El trigo no puede repetir el uso del suelo y es el más rentable de la rotación de cultivos, por lo que el ingreso promedio año, baja considerablemente al hacer el ciclo completo de cultivos de la rotación para un mismo potrero.

 El gasto en praderas es el mismo para todas las alternativas ganaderas “TOP”. La engorda tiene mayor costo en suplementación alimenticia que la ovejería y crianza. La mano de obra es similar para todas las opciones de producción de carne.

En resumen, sin entrar en detalles, el MARGEN OPERACIONAL de la OVEJERÍA moderna es el más alto de todas las opciones para la zona sur, lo que puede confirmarse con un análisis económico detallado. NO ES EL PARIENTE POBRE DE LA GANADERÍA COMO MUCHOS CREEN

CAMBIO TECNOLÓGICO ZONA SUR:

Pasar de un sistema EXTENSIVO  a un  INTENSIVO, con el cambio de pasto natural por praderas sembradas,  genera un aumento de 5 veces en la producción de pasto por hectárea. El cambio genético genera un aumento productivo de 1,8 veces por oveja.

Ambos factores tecnológicos se potencian y multiplican entre sí en lo económico, por aumento de la eficiencia productiva y baja de costos, aumentando el Margen Bruto Operacional de $ 28.000/ha a $540.000/ha anual.

 

GENÉTICA OVINA:

Chile no tiene razas ovinas modernas para producción de carne a nivel comercial.

Las utilizadas son de baja eficiencia con menos de 1 cordero/oveja; de mala calidad por exceso de grasa. El peso máximo de faenamiento no debe sobrepasar los 30 kilos  de peso vivo y el primer parto se produce sólo a los 2 años de edad.

La genética Goldensheep en promedio produce sobre 1,4 corderos por oveja, los corderos se faenan con sobre 45 kilos de peso vivo, son magros, de excelente calidad y sabor. El primer parto se produce con 1 año de edad.

 

RAZAS OVINAS MODERNAS EN PAISES TOP:

  • Combinación de varias razas en una LINEA MATERNA
  • Combinación de varias razas en una LINEA PATERNA
  • Cruzamiento de ambas líneas para obtener el producto de consumo final. TODAS las crías se faenan, pues las hembras tienen muy baja eficiencia reproductiva

Con el cambio genético Nueva Zelandia  DUPLICÓ la producción de carne de cordero por oveja de inventario a NIVEL PAIS en sólo 15 años

  • Goldensheep es una de las pocas razas a nivel mundial que tiene las líneas maternas y paternas, incorporadas en una sola raza, donde las hembras son excelentes reproductoras y no es necesario eliminarlas, como es el caso al utilizar un cruzamiento terminal.

 

HERRAMIENTAS GENETICAS PARA RENTABILIZAR LA PRODUCCION OVINA EN LA ZONA SUR ¿PROLIFICIDAD O CORDERO PESADO?

                                                                                                                    ARMIN CLARO FOX

                                                                                                     Ing. Comercial  MBA U Adolfo Ibañez

                                                                                                                aclaro@goldensheep.cl

Desde hace al menos 8 años en la zona sur de Chile, particularmente en las regiones IX; X y XIV,  los ovinos tienen pronosticado un gran futuro. Sin embargo, hasta la fecha sólo se ha materializado la construcción de una moderna planta faenadora en Osorno, habilitada para exportar a los principales mercados internacionales: Europa, Japón y por supuesto abastecer al mercado nacional. Los productores estamos en deuda. Hemos tenido 3 años de precios record, 2009 al 2011, pero no ha aumentado significativamente la producción de corderos.

La planta faenadora instalada en Osorno, ha tenido que abastecerse con corderos, desde Los Vilos hasta Aysén para subsistir. La otra moderna planta ubicada en la VIII Región, que también se abastecía en parte desde la zona sur, cerró sus actividades, lo que confirma que el anunciado despegue de los ovinos en el centro sur y sur de Chile, está muy lejos de producirse.

Durante el 2012 el precio del cordero ha disminuido un 30% en el exterior,  lo que disminuirá aún más el entusiasmo de los productores por este rubro. A partir del 2013, con el ingreso a gran escala de China al mercado importador, los precios se vienen recuperando en forma lenta pero sostenida. Con este panorama es importante preguntarse si el diagnóstico optimista de hace 8 años era correcto o porqué no se ha cumplido. La respuesta no es tan simple, por la gran cantidad de factores que influyen en el despegue de un rubro, relativamente nuevo a escala comercial. No es sólo el precio, ni la infraestructura, ni la voluntad de los productores, ni los mercados, ni el apoyo del estado para los pequeños lo que determina el éxito comercial. Todos estos factores, individualmente y en particular en su conjunto, son fundamentales.

Sin embargo, hay  elementos que no se han considerado y que constituyen la base de una explotación ovina exitosa.

El primero de ellos es la PRODUCTIVIDAD DE LAS PRADERAS. Es algo muy fácil de comprender, en particular, con los elevados precios que ha adquirido la tierra en la zona sur en los últimos años. Estos precios hacen cada vez más difícil obtener utilidades con los sistemas productivos ganaderos, cuando se considera el valor de arriendo como uno de los costos importantes de la actividad, pues es difícil imaginar un balance económico sin darle un valor al uso de la tierra, aunque sea propia. Si no se logran praderas de excelencia es imposible obtener utilidades, no sólo con ovinos, sino que con cualquier emprendimiento ganadero.

Asumiendo que tenemos PRADERAS DE EXCELENCIA, esa sola característica tampoco es garantía de tener un éxito económico. Es FUNDAMENTAL el COMO se utiliza dicha pradera. La primera elección, es con que producción animal desarrollamos nuestro negocio y además que actividad específica, que adaptándose al predio, es la que obtiene mejores resultados.

Este tipo de análisis es fundamental realizarlo ANTES de emprender un negocio ganadero, pues posteriormente el costo de cambiar de actividad es enorme. Un análisis macro indica que la actividad lechera, es la que generalmente genera mejores utilidades. Sin embargo, la lechería no garantiza el éxito. El negocio es bastante estrecho y la eficiencia y el tamaño de la explotación, son fundamentales al momento de tener balances positivos. Hay muchas lecherías que por fallas productivas o por su tamaño muy pequeño, no producen utilidades.

Por otra parte, la producción de carne bovina, tiene dos fases bien marcadas: Vaca-Ternero, donde históricamente las utilidades son mínimas y por ello utilizan generalmente los suelos de menor calidad y no compiten con la lechería ni engorda en los mejores suelos. La otra opción, Recría-Engorda, tiene mejores retornos que la crianza, pero dista mucho de los resultados de las buenas lecherías. A pesar de que saber engordar es muy importante, el margen económico es tan estrecho, que la utilidad muchas veces radica en haber hecho una buena compra de terneros. En la práctica, pesa más la habilidad de  comerciante que la de productor. La venta es menos compleja, pues hay mucha competencia entre los distintos compradores de carne, por lo que la compra del ganado para engorda es uno de los factores decisivos para tener utilidades.

La otra alternativa ganadera es la producción ovina, que si bien ha tenido muchos pronósticos optimistas, no ha despegado, a pesar de los favorables escenarios internacionales que tuvo hasta hace un par de años. En la zona sur, dado el alto valor de la tierra y el pequeño tamaño de las propiedades, solo permite tener explotaciones ovinas intensivas, en praderas de alto rendimiento. En los ovinos este sistema productivo tiene bastantes  similitudes con la producción lechera, pues ambas actividades exigen mucha tecnología y son muy sensibles a los errores de manejo.

Una de las grandes diferencias entre la ovejería y la lechería es  la cantidad de mano de obra por predio. Un buen ovejero puede cuidar de 2000 a 2500 ovejas, por lo que en muchos casos constituye el único personal de planta requerido. Sin embargo, la diferencia principal entre ambas actividades es que en la producción ovina intensiva, el periodo crítico de atención del ganado, es durante los 45  días donde se concentran los partos. En esa época la actividad es full time, 10 horas diarias, incluyendo los festivos. En el resto del año la actividad es liviana, cumpliendo el programa de manejo planificado, mediante una supervisión simple, sin mayores problemas sanitarios ni de manejo. La lechería requiere un trabajo intenso durante todo el proceso productivo, tanto en la ordeña propiamente tal, como en la atención sanitaria de las vacas y la crianza de los terneros. En las lecherías estacionales esta actividad dura 10 meses y en las de ordeña permanente, todo el año. En las lecherías la atención veterinaria es principalmente curativa, pues cada vaca enferma es de un alto valor y los problemas de salud en vacas de ordeña son muy frecuentes. Las ovejas sólo tienen un programa sanitario preventivo, pues el valor de cada individuo no compensa el costo de su tratamiento individual. La excepción ocurre en el periodo de parto que es donde se concentran los problemas de salud.

Asumiendo que disponemos de praderas de excelencia, intentaremos analizar que factor productivo, la prolificidad o el peso de venta de los corderos, tiene mayor importancia al planificar una explotación ovina moderna.  Es lógico que el óptimo se obtiene al maximizar ambos factores, pero el manejo de cada uno de ellos sigue un camino diferente, de allí la necesidad de saber el impacto de cada cual en los resultados económicos de la explotación. Para ello utilizaremos la información que hemos adquirido, al comenzar con una moderna explotación ovina intensiva en la provincia de Osorno.

En otras palabras nos creímos el diagnóstico optimista y  ya analizamos nuestros primeros resultados. En praderas top, con sobre 15 toneladas de materia seca por hectárea como producción de forraje, la ovejería intensiva se asemeja mucho a lo que es habitual en Nueva Zelandia.

Se da por sentado la calidad de las praderas, su manejo óptimo, el manejo sanitario y nutricional del ganado. Nuestra apuesta es que, con todas las demás variables optimizadas, EL COMPONENTE GENÉTICO MARCA LA DIFERENCIA.

Analizaremos 4 alternativas para una misma pradera de alta producción, con 20 ovejas/ha. , pero con distinta genética y metas productivas. Como es difícil hacer una comparación física simultánea a escala comercial para las cuatro propuestas analizadas, utilizamos un modelo de simulación, empleando datos reales obtenidos en la zona, donde sólo las opciones 3 y 4 utilizan resultados físicos reales, obtenidos en nuestro rebaño en Osorno. Los parámetros productivos de las dos primeras opciones son supuestos y pueden estar sujetos a errores de menor magnitud. TODAS LAS ALTERNATIVAS ANALIZADAS TIENEN MANEJO INTENSIVO, EN PRADERAS OPTIMAS Y 20 VIENTRES POR HA, que representa el límite superior productivo con los conocimientos actuales.

  1. GENÉTICA TRADICIONAL, no magra y poco prolífica, con 1,1 corderos destetados por oveja adulta encastada. Las borregas de reemplazo de 8 meses de edad no se reproducen por falta de precocidad sexual (componente genético) y los corderos se venden con 37 kg de peso vivo los machos y 35 kg las hembras.(sobre ese peso se engrasan) Un representante de esta genética es el ROMNEY tradicional o Inglés.
  2. GENÉTICA PROLIFICA, pero no magra, con 1,4 corderos destetados por oveja adulta encastada. Las borregas de reemplazo son precoces y se encastan con 8 meses de edad produciendo 1 cordero por borrega encastada. Los corderos se venden al mismo peso que la alternativa anterior, que es el peso actual utilizado en Nueva Zelandia y que se engrasan fuertemente al sobrepasarlo. Esta genética la representa el NZ Romney moderno.
  3. GENÉTICA PROLIFICA Y MAGRA, con los mismos resultados reproductivos que la alternativa 2,  pero producen CORDEROS PESADOS, donde los machos se faenan a los 47 kg de peso vivo y las hembras a los 45 kg. La raza Goldensheep, al igual que varias otras razas compuestas, representan esta genética.
  4. GENÉTICA PROLIFICA y MAGRA, con los mismos resultados reproductivos que las alternativas 2 y 3,  pero produciendo corderos ULTRA PESADOS, con faenamiento de los machos a los 60 kg de peso vivo y las hembras a los 58 kg.  ESTA ES NUESTRA APUESTA para la zona sur de Chile.

Los resultados de las alternativas 3 y 4 han sido obtenidos a nivel comercial en nuestro predio. En el modelo de simulación, para las 4 alternativas, se emplearon los mismos precios de venta de $850/kg vivo de cordero y $ 700/kg lana (2014). Se emplearon los mismos costos unitarios de producción, para aquellas variables generales, como mano obra, fertilización de praderas, manejo sanitario, fletes  etc. No se consideró el precio de arriendo del predio por ser una cifra muy variable y difícil de generalizar.

 

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RESULTADOS COMPARATIVOS:

 

 

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Al analizar los resultados expuestos, la primera conclusión es que la excelencia de las praderas utilizadas, por si sola, no garantiza los resultados económicos. Una parte muy importante del resultado se obtiene con la genética empleada. No da lo mismo utilizar cualquier raza pues la principal diferencias entre ellas son:

Precocidad sexual: Muy pocas razas son capaces de producir un cordero en su primer año de edad

Prolificidad: Se pueden obtener sobre 30 puntos porcentuales en el porcentaje de señalada o corderos destetados por oveja solo por efecto de la genética utilizada

Peso de venta: Los corderos magros, de rápido crecimiento diario obtenidos de ovejas con alta producción láctea alcanzan sobre los 50 kg de peso vivo a los 5 meses de edad y es un factor fundamental para maximizar la rentabilidad del negocio ovino. Un cordero tradicional se engrasa sobre los 35 kg de peso vivo y no es aceptado por el mercado formal.

Si se asigna un valor de arriendo comercial al uso de la tierra, queda en evidencia que a pesar de las excelentes praderas consideradas para la simulación de los resultados, la genética tradicional difícilmente cubre el valor del arriendo. (alternativa 1)

Al mejorar la cantidad de corderos, utilizando una genética de alta prolificidad y  precocidad sexual avanzada, mejoran los resultados económicos, pero si se asigna un valor de arriendo al uso de la tierra, no es una alternativa muy atractiva, por la limitación de producir corderos de peso mediano, con hasta 37 kilos de peso vivo. (alternativa 2)

Para hacer rentable la intensificación de la producción ovina se requiere además de las praderas de excelencia, una genética de alta prolificidad (muchos mellizos) y que al menos produzcan corderos pesados, 45-50 kg de peso vivo, para lo cual además del carácter magro, la oveja debe tener una abundante producción de leche. Las alternativas 3 y 4 utilizan la misma genética, con la sola diferencia del peso de faenamiento de los corderos, que por ser magros y de excelentes características carniceras pueden ser faenados a los 5-6 meses de edad a un peso muy elevado, pero con optima calidad organoléptica; excelente masa muscular; carne jugosa y blanda; características requeridas obligatoriamente por el mercado norteamericano y en forma creciente demandada por los restoranes especializados.

El peso de faenamiento del cordero es fundamental para lograr rentabilidades positivas. A mayor peso, la rentabilidad es mayor, pues los costos adicionales son insignificantes. Esta característica realza la necesidad de producir CORDEROS MAGROS, no sólo porque es lo que el consumidor está exigiendo, sino también por ser la mejor opción de rentabilizar el negocio. Sólo con genética adecuada se puede producir corderos magros y es un factor casi desconocido por los productores. Al comparar el costo energético que debe aportar la nutrición para producir un  cordero se obtienen los siguientes resultados:

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Para un cordero ULTRAPESADO, el  81% del costo de su alimentación está dado por el forraje consumido por su madre durante todo un año hasta entregar un cordero de 35 kg al destete. Ese peso se logra con una lactancia de 93 días en el caso de mellizos y 66 días en los corderos únicos.

Por ello al pasar de un cordero de 35 kg a otro de 60 kg., el costo para aumentar en  un 71% la producción de carne  es muy rentable en términos de consumo de forraje, pues sólo requiere un mayor consumo energético de 19%. En términos de rentabilidad representa casi la totalidad de ella, pues los costos fijos de producción son los mismos para cualquier peso de cordero y los costos variables incrementales para el mayor peso, son insignificantes.

La ovejería no ha despegado en el sur de Chile, fundamentalmente porque no se ha utilizado praderas de alta calidad y productividad. Sin embargo, el factor más determinante es que las razas  tradicionales utilizadas no son compatibles con la obtención de utilidades en el negocio de la carne ovina, aún cuando se utilizaran praderas de excelencia.

En resumen, la ovejería intensiva puede ser muy rentable si se conjugan PRADERAS Y GENETICA DE EXCELENCIA, enfocadas a producir corderos PESADOS y ULTRA PESADOS.

En Chile ese tipo de cordero sólo es posible producirlo en las regiones IX, X y XIV, donde a futuro pueden llegar a ser un producto típico y exclusivo.

El Cordero Pesado

EL CORDERO PESADO

                                                                                                     Daniel Claro Mimica

                                                                                        Ing. Agrónomo M.Agr.Sci. Lincoln University N.Z.

                                                                                                 daniel@goldensheep.cl

 

En EEUU, sin ser un país “ovejero”, gracias a su pragmatismo, sus científicos han sido pioneros en los aspectos más importantes de la producción ovina moderna.

En primer lugar, por los años 60 formaron el POLIPAY, la primera raza compuesta  ovina y visualizaron que la genética de los parámetros productivos, en ovinos, no se rigen por la genética Mendeliana, sino por la genética cuántica.

Con este descubrimiento, se posibilitó realizar cruzamientos entre razas que, en un par de generaciones, lograron un avance mayor que en 50 años de trabajo con el proceso tradicional de selección.

Los científicos norteamericanos de Clay Center, Nebrasca, se adelantaron en 30 años a sus colegas de los países líderes  ovejeros como Nueva Zelandia y Australia.

El otro gran aporte de los norteamericanos ha sido el CORDERO PESADO.

En EEUU se define como cordero, a las crías de las ovejas, cuando son menores de 12 meses de edad. En la práctica, muchos corderos se engordan en feedlot y se faenan con 80 a 90 kg de peso vivo, a una edad de 11 meses. Esto es posible gracias a la genética utilizada,  que se caracteriza por producir carne magra con altos pesos vivos.

Canal

 

En general, el cordero pesado, proviene de razas con un desarrollo que alcanza elevados pesos como adulto, con ovejas de 80 y más kilos de peso vivo  y carneros de  hasta 120 kg.

El desarrollo corporal tiene 3 fases, que se presentan simultáneamente, pero con diversas velocidades, siendo la primera, la formación de huesos, seguida de cerca por la formación de músculos. El depósito de grasa es la etapa más tardía del desarrollo.

Este depósito graso empieza a formarse, en forma significativa, a distintas edades del cordero, según sea el componente genético de éste. Está muy relacionado con  la madurez fisiológica del animal y  por ende con su peso vivo. Mientras más tardía sea la madurez del animal, esta se alcanza a mayor edad y a mayor peso. Por lo tanto, las razas más pesadas, depositan grasa corporal a una edad más avanzada y con un mayor peso.  En este principio se basa la producción del “cordero pesado”

La otra característica  del cordero pesado es que, su desarrollo corporal presenta elevadas ganancias diarias de peso, hasta una edad bastante avanzada, gracias a que la fase de depositar grasa es muy tardía.

 

Esa característica posibilita una alta eficiencia en la conversión de alimento en carne, pues es sabido el altísimo costo energético de la etapa de depositar grasa, frente a la formación del músculo.

En la siguiente  tabla, se indica el peso óptimo de faenamiento para los corderos provenientes de razas magras, o donde uno  de los padres, genéticamente posee dicho carácter. Por ejemplo, una raza de engrasamiento temprano, como Corriedale, al cruzarla con carneros terminales Texel, poseedores del gen magro, sus crías se guían por la tabla que se indica en este artículo.

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La tabla está construida en base a promediar el peso adulto de la oveja y del carnero de la raza (o razas  progenitoras) y multiplicarlo por 0,7, lo que corresponde al peso óptimo de faenamiento de sus crias, acorde al desarrollo fisiológico antes de que pase a la etapa de engrasamiento.

En el caso de la raza Goldensheep, donde el peso adulto de la oveja es de 80 kg y el carnero 120 kg, el peso óptimo de faenamiento es de  70 kilos de peso vivo.  Como regla general, si se sobrepasa dicho peso, existe una alta posibilidad de producir canales engrasadas. Si no se cumple el peso indicado, es muy probable que los corderos sean demasiado magros.

La gran ventaja del CORDERO PESADO es que cumpliendo con la característica obligatoria de ser magro, tiene un mayor rendimiento a la vara y además  produce un alto rendimiento en carne despostada, con cortes de excelente presentación, que hacen muy atractivo el producto para los consumidores.A menor peso adulto de los padres, el proceso de depósito de grasa, en el desarrollo corporal de las crías, se produce a un peso menor y viceversa.

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Es muy difícil producir cortes de calidad en corderos livianos, principalmente por la baja proporción del área muscular, que es lo comestible del producto.

Además de la ventaja en calidad del cordero pesado, que facilita mucho su venta en forma de cordero trozado, el productor tiene un incentivo muy atractivo, que es aumentar su rentabilidad y utilidades.

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En efecto, el costo total de producir un cordero pesado, con 45-60 kg de peso vivo, es muy similar al de un cordero de 30 kg. La explicación es muy lógica. Para producir un cordero de 30 kg se requiere mantener una oveja durante 4 meses en su fase de “seca”, más 5 meses en su etapa de preñez y 3 meses de lactancia.  Eso significa un gran consumo de forraje y todos los costos sanitarios y de manejo asociados al proceso productivo.

La producción de un cordero pesado se logra con una genética distinta a la anterior, donde el factor magro y la alta producción de leche de las madres, producen a los 3 meses de edad un cordero de 40 kg de peso vivo. Ese cordero sólo necesita 2 meses adicionales, en praderas de buena calidad, para alcanzar un peso de faenamiento superior a los 50 kg de peso vivo y canales de +25 kg de carne.

Es evidente que el costo extra para producir esos 20 kg adicionales es insignificante frente a lo tradicional de llegar a los 30 kg. Esos kilos extra representan generalmente la utilidad del productor ovino moderno.

En Nueva Zelandia, desde hace ya más de 10 años, gracias al cambio genético, han elevado el peso promedio de faenamiento de sus corderos, produciendo ahora canales de 18 kg, mientras el peso anterior era de 12 kg.  Ese sólo cambio mejoró sustancialmente el negocio ovino en dicho país.

En Chile, hasta ahora, no se producen corderos pesados de calidad. Los corderos pesados que se ofrecen en el mercado informal, corresponden a animales de razas tradicionales, que sobre los 35 kg de peso vivo, acumulan una gran cantidad de grasa.

Los corderos del mercado informal de la zona centro-sur y sur, corresponden a animales de 6 meses y más de edad; con 40 a 50 kg de peso vivo, los que no califican para ser comercializados en el mercado formal:  carnicerías; supermercados . Menos aún en el mercado internacional, pues por su elevado contenido graso no tienen compradores.

A pesar de que Chile desde hace más de 10 años tiene un tratado de libre comercio con EEUU, donde nuestra carne de cordero no tiene arancel ni tampoco cuota, hasta ahora no hemos exportado ni un solo kilo, debido a que por no tener la genética adecuada no producimos corderos pesados y magros.

El peso mínimo de las canales para el mercado norteamericano es de 23 kilos. Dicho mercado es muy atractivo, pues los valores de la carne de cordero son superiores al promedio Europeo, sólo comparables al mercado alemán.

Los norteamericanos importan sobre 90.000 toneladas de carne ovina al año, cifra que continúa creciendo, gracias a la demanda de las comunidades latinas y europeas.

Para acceder al mercado norteamericano tenemos un gran potencial en la zona sur, donde con praderas de calidad y genética adecuada, se pueden producir fácilmente corderos de 6 meses de edad, alimentados exclusivamente a pasto y que alcancen sobre 50 kg de peso vivo.

Este tipo de carne puede fácilmente convertirse en una exclusividad de la zona sur, a nivel nacional, dado que dicha producción no tendrá competencia por parte de otras zonas con ovinos, pues para su implementación es fundamental tener praderas de alta producción y óptima calidad nutricional, a fin de que la genética productora de carne se exprese en toda su plenitud.

LA PROLIFICIDAD DE LOS OVINOS

DANIEL CLARO MIMICA
Ingeniero  Agrónomo, M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl

En un rebaño ovino productor de carne, el factor que más incide en los resultados económicos, es el número de corderos producidos por oveja, pues el costo de producir mellizos es aproximadamente sólo un 10% superior al costo de producir un solo cordero.-

A semejanza de otros rubros ganaderos ya industrializados y de alta eficiencia, como la producción porcina, es fundamental manejar una línea madre de alta prolificidad para aprovechar la ventaja del ovino que puede producir y criar mellizos e incluso trillizos.
Las razas locales producen generalmente muy pocos mellizos. No existe en el mercado el vientre perfecto o multipropósito, pues las razas disponibles, además de ser poco prolíficas, tienen otros defectos: baja producción de leche, mala calidad del cordero por engrasamiento a muy bajo peso, poco desarrollo de las masas musculares y otros.

3corderos

La oveja GOLDENSHEEP cría normalmente mellizos y también puede criar trillizos, gracias a su excelente producción de leche.

Mediante herramientas genéticas se puede mejorar la productividad y en el caso de los ovinos se han utilizado:

  • SELECCIÓN: Eligiendo los animales sobresalientes para la característica deseada y destinando sólo dichos animales a la reproducción.- Es un proceso seguro pero muy lento.
  • COMPLEMENTARIEDAD: Cada raza tiene alguna característica destacada y sobresaliente, por la cual ha sido seleccionada durante muchos años.- Sin embargo, no hay ninguna raza que posea las características de excelencia en todos los factores productivos.- Por ello se utiliza la cruza de razas, cuyos caracteres sobresalientes sean complementarios, para así reunir en un solo animal un mayor número de factores productivos destacables.
  • HETEROSIS: Es seguramente la herramienta que ha producido resultados más rápidos, aunque su manejo es complejo.- La heterosis se define como el resultado promedio en animales mestizos para alguna característica, ej. prolificidad, frente al promedio de las razas puras que intervienen en el cruzamiento.

Cada raza pura posee un paquete genético especifico, cuyo resultado son las características que distinguen a dicha raza.- Las ovejas que tienen dos copias iguales de un determinado gen son homozigotas para dicho gen, mientras si dichos pares de genes son distintos, son heterozigotas.

Durante la evolución y desarrollo, cada raza resulta homozigota para algunos genes y heterozigota para otros, creando así un juego o paquete único de información genética.- Para cada raza, el grado de heterosis, considerando todos los genes (aproximadamente 30.000), es un reflejo de la historia genética de dicha raza.-

Cuando se cruzan distintas razas, se forman nuevas combinaciones de genes en la oveja mestiza. Por lo tanto, las ovejas mestizas han aumentado su nivel de heterosis respecto a las razas puras que la componen.- Este aumento de la heterosis es la base del vigor híbrido.-

Existen tres grandes líneas de trabajo para mejorar la productividad de los ovinos:

  • SELECCIÓN: mediante un riguroso proceso de selección, donde es indispensable tener registros del rebaño completo y cada individuo es identificado al nacer. Así es posible destinar a la reproducción las hijas de hembras de parto múltiple y seleccionar para carnerillos exclusivamente corderos nacidos mellizos.- Lamentablemente el resultado de esta alternativa es a muy largo plazo, dado que por la baja heredabilidad de los partos múltiples, sólo es factible alcanzar un progreso del orden de 1% anual, siempre que el cambio generacional sea muy frecuente.- El mayor impacto se logra por la vía de los carneros por su efecto en un elevado número de vientres.

Si además de seleccionar por prolificidad se incluyen otros factores como calidad del cordero, el progreso es aún mucho más lento. La gran ventaja de un proceso de selección es que las ganancias son permanentes en el tiempo, en la medida que se haga una buena selección por parámetros objetivos.-

  • CRUZAMIENTO ABSORBENTE: Inseminar o cruzar las ovejas locales con carneros de razas prolíficas; Border Leicester o Milchschaf, a manera de ejemplo, para formar un híbrido simple que se puede estabilizar. Esta opción obtiene resultados visibles en el corto plazo.

 

  • FORMACION DE UN VIENTRE COMPUESTO: Es una nueva raza, donde se han combinado factores aportados por varias razas, que se van complementando entre sí, para lograr un nuevo genotipo, muy superior al promedio de sus componentes. Esta es la herramienta preferida en los países desarrollados, pues permite “fabricar” el vientre más adecuado a las características locales.

La formación de una raza compuesta, se basa en varios principios genéticos de importancia: el mecanismo de herencia aditiva, la complementariedad de las razas elegidas, el efecto del hibridismo o heterosis y la selección, todas las cuales se utilizan simultáneamente para lograr el objetivo deseado: un animal muy eficiente en los factores elegidos.

Afortunadamente, en el ovino los principales caracteres productivos (prolificidad, ganancia de peso, producción de leche), tienen herencia aditiva, por depender de una gran cantidad de genes, de modo que los C1 o híbridos de primera cruza, están estabilizados y al cruzarse entre sí no disgregan, manteniendo una gran uniformidad. De hecho, la variabilidad entre individuos de una raza pura para estos caracteres es igual o superior a la observada en los híbridos de dos o más razas complementarias.

La complementariedad de razas es fundamental al efectuar la elección para formar un compuesto. Para ello, es necesario elegir razas que sean destacadas en alguna característica importante. Por ejemplo para prolificidad resaltan Finnish Landrace; Milchschaf; Border Leicester. Para ciclo sexual amplio, sobresalen Merino Precoz y Dorset Down. En producción de leche, Milchschaf supera a todas las razas, mientras que en sobrevivencia de los recién nacidos, a pesar de su tamaño pequeño, Finnish Landrace es sobresaliente. En el carácter magro, se destacan Finnish Landrace;Texel y Milchschaf. En las características carniceras sobresalen: Texel y Suffolk Down.

Los factores no deseados en algunas razas pueden ser compensados en gran medida al manejar la complementariedad y a largo plazo por selección. Por ejemplo, Finnish Landrace produce corderos muy pequeños y de mala conformación, lo que se corrige con la incorporación de Dorset Down. El ciclo sexual restringido y tardío de Border Leicester, es compensado con Dorset Down.

Es muy importante tener claro el objetivo de la producción de cada predio en particular, a fin de formar o utilizar el compuesto más apropiado.

La COMPLEMENTARIEDAD es responsable en gran medida del éxito de las razas compuestas, debido a que en un solo cruzamiento se aumenta la prolificidad en 30 a 40 puntos, lo cual en un proceso de selección riguroso, demoraría más de 50 años. La prolificidad o capacidad de producir mellizos en la hembra híbrida resultante, es el valor promedio de los padres componentes.

La HETEROSIS también influye en aumentar la prolificidad, aunque en menor medida que la complementariedad, pero en forma ADICIONAL, acorde al número de razas participantes, que es el efecto propio de la heterosis que se logra con la hibridación.

Con el empleo de dos razas, la prolificidad es igual al promedio de las razas componentes (factor complementariedad) multiplicado por 1,03 (factor heterosis).

Al incorporar tres razas, el resultado es el promedio multiplicado por 1,13. El máximo de heterosis se logra con cuatro componentes, donde el promedio se multiplica por 1,27. Al incorporar más componentes no se aumenta la heterosis, pero sí se avanza en la complementariedad de razas.

La selección es poco efectiva como herramienta aislada de mejoramiento, por la lentitud de sus resultados. Pero adquiere gran valor para evitar perder buena parte del efecto logrado por la heterosis, al ir aumentando la consanguinidad del ganado compuesto formado. Por ello, al tener ya formado el rebaño compuesto hay que seleccionar, particularmente los carneros, por su gran impacto, de forma de elegir sólo mellizos. Una mejor selección se logra al utilizar REGISTROS PRODUCTIVOS del rebaño, donde es importante conocer la información tanto de la madre como del padre.

También es importante utilizar un número adecuado de carneros, superior a 8 ejemplares, para evitar un grado muy próximo de parentesco entre los componentes del rebaño.

En un rebaño ovino productor de carne, el factor que más incide en los resultados económicos, es el número de corderos producidos por oveja, pues el costo de producir mellizos es aproximadamente sólo un 10% superior al costo de producir un solo cordero.-
A semejanza de otros rubros ganaderos ya industrializados y de alta eficiencia, como la producción porcina, es fundamental manejar una línea madre de alta prolificidad para aprovechar la ventaja del ovino que puede producir y criar mellizos e incluso trillizos.
Las razas locales producen generalmente muy pocos mellizos. No existe en el mercado el vientre perfecto o multipropósito, pues las razas disponibles, además de ser poco prolíficas, tienen otros defectos: baja producción de leche, problemas de cojeras al ser muy sensibles al foot-rot o pudrición de la pezuña en terrenos húmedos, mala calidad del cordero por engrasamiento a muy bajo peso, poco desarrollo de las masas musculares y otros.

La oveja GOLDENSHEEP cría normalmente mellizos y también puede criar trillizos, gracias a su exelente producción de leche.

Mediante herramientas genéticas se puede mejorar la productividad y en el caso de los ovinos se han utilizado:

° Selección: Eligiendo los animales sobresalientes para la característica deseada y destinando sólo dichos animales a la reproducción.- Es un proceso seguro pero muy lento.

° Complementariedad: Cada raza tiene alguna característica destacada y sobresaliente, por la cual ha sido seleccionada durante muchos años.- Sin embargo, no hay ninguna raza que posea las características de excelencia en todos los factores productivos.- Por ello se utiliza la cruza de razas, cuyos caracteres sobresalientes sean complementarios, para así reunir en un solo animal un mayor número de factores productivos destacables.

° Heterosis: Es seguramente la herramienta que ha producido resultados más rápidos, aunque su manejo es complejo.- La heterosis se define como el resultado promedio en animales mestizos para alguna característica, ej. prolificidad, frente al promedio de las razas puras que intervienen en el cruzamiento. Cada raza pura posee un paquete genético especifico cuyo resultado son las características que distinguen a dicha raza.- Las ovejas que tienen dos copias iguales de un determinado gen son homozigotas para dicho gen, mientras si dichos pares de genes son distintos, son heterozigotas.

Durante la evolución y desarrollo, cada raza resulta homozigota para algunos genes y heterozigota para otros, creando así un juego o paquete único de información genética.- Para cada raza, el grado de heterosis, considerando todos los genes ( aproximadamente 30.000), es un reflejo de la historia genética de dicha raza.- Cuando se cruzan distintas razas, se forman nuevas combinaciones de genes en la oveja mestiza. Por lo tanto, las ovejas mestizas han aumentado su nivel de heterosis respecto a las razas puras que la componen.- Este aumento de la heterosis es la base del vigor híbrido.-

Existen tres grandes líneas de trabajo para mejorar la productividad de los ovinos:

° SELECCIÓN: mediante un riguroso proceso de selección, donde es indispensable tener registros del rebaño completo y cada individuo es identificado al nacer. Así es posible destinar a la reproducción las hijas de hembras de parto múltiple y seleccionar para carnerillos exclusivamente corderos nacidos mellizos.- Lamentablemente el resultado de esta alternativa es a muy largo plazo, dado que por la baja heredabilidad de los partos múltiples, sólo es factible alcanzar un progreso del orden de 1% anual, siempre que el cambio generacional sea muy frecuente.- El mayor impacto se logra por la vía de los carneros por su efecto en un elevado número de vientres. Si además de seleccionar por prolificidad se incluyen otros factores como calidad del cordero, el progreso es aún mucho más lento.-
La gran ventaja de un proceso de selección es que las ganancias son permanentes en el tiempo, en la medida que se haga una buena selección por parámetros objetivos.-

° CRUZAMIENTO ABSORVENTE: Inseminar o cruzar las ovejas locales con carneros de razas prolíficas; Border Leicester o Milchschaf, a manera de ejemplo, para formar un híbrido simple que se puede estabilizar. Esta opción obtiene resultados visibles en el corto plazo.

° FORMACION DE UN VIENTRE COMPUESTO. Es una nueva raza, donde se han combinado factores aportados por varias razas, que se van complementando entre sí, para lograr un nuevo genotipo muy superior al promedio de sus componentes. Esta es la herramienta preferida en los países desarrollados, pues permite “fabricar” el vientre más adecuado a las características locales.
La formación de una raza compuesta, se basa en varios principios genéticos de importancia: el mecanismo de herencia aditiva, la complementariedad de las razas elegidas, el efecto del hibridismo o heterosis y la selección, todas las cuales se utilizan simultáneamente para lograr el objetivo deseado: un animal muy eficiente en los factores elegidos.

Afortunadamente, en el ovino los principales caracteres productivos (prolificidad, ganancia de peso, producción de leche) tienen herencia aditiva, por depender de una gran cantidad de genes, de modo que los C1 o híbridos de primera cruza, están estabilizados y al cruzarse entre sí no disgregan, manteniendo una gran uniformidad. De hecho, la variabilidad entre individuos de una raza pura para estos caracteres es igual o superior a la observada en los híbridos de dos o más razas complementarias.

La complementariedad de razas es fundamental al efectuar la elección para formar un compuesto. Para ello, es necesario elegir razas que sean destacadas en alguna característica importante. Por ejemplo para prolificidad resaltan Finnish Landrace; Milchschaf; Border Leicester. Para ciclo sexual amplio, sobresalen Merino Precoz y Dorset Down. En producción de leche, Milchschaf supera a todas las razas, mientras que en sobrevivencia de los recién nacidos, a pesar de su tamaño pequeño, Finnish Landrace es sobresaliente. En el carácter magro, se destacan Finnish Landrace;Texel y Milchschaf. En las características carniceras sobresalen: Texel y Suffolk Down.

Los factores no deseados en algunas razas pueden ser compensados en gran medida al manejar la complementariedad y a largo plazo por selección. Por ejemplo, Finnish Landrace produce corderos muy pequeños y de mala conformación, lo que se corrige con la incorporación de Dorset Down. El ciclo sexual restringido y tardío de Border Leicester, es compensado con Merino Precoz y Dorset Down.

Es muy importante tener claro el objetivo de la producción de cada predio en particular, a fin de formar el compuesto más apropiado.

La heterosis es responsable en gran medida del éxito de las razas compuestas, debido a que en un solo cruzamiento se aumenta la prolificidad en 30 a 40 puntos, lo cual en un proceso de selección riguroso, demoraría más de 50 años. La prolificidad o capacidad de producir mellizos en la hembra híbrida resultante, es el valor promedio de los padres componentes, multiplicado por un factor especial, acorde al número de razas participantes, que es el efecto propio de la heterosis que se logra con la hibridación.

Con el empleo de dos razas, la prolificidad es igual al promedio de las razas componentes multiplicado por 1,03. Al incorporar tres razas, el resultado es el promedio multiplicado por 1,13. El máximo de heterosis se logra con cuatro componentes, donde el promedio se multiplica por 1,27. Al incorporar más componentes no se aumenta la heterosis, pero sí se avanza en la complementariedad de razas.

La selección es poco efectiva como herramienta aislada de mejoramiento, por la lentitud de sus resultados. Pero adquiere gran valor para evitar perder buena parte del efecto logrado por la heterosis, al ir aumentando la consanguinidad del ganado compuesto formado. Por ello, al tener ya formado el rebaño compuesto hay que seleccionar, particularmente los carneros, por su gran impacto, de forma de elegir sólo mellizos. También es importante utilizar un número adecuado de carneros, superior a 8 ejemplares, para evitar un grado muy próximo de parentesco entre los componentes del rebaño.

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