La principal herramienta que utiliza hoy día  CHILE para  definir lo que es una raza ovina “NUEVA”. es el  BIOTIPO o FENOTIPO, que no es otra cosa que la apariencia física que aporta a la herencia un muy reducido número de genes, asociados a determinados caracteres, pero que no influyen en el valor productivo del animal.

Para determinar el BIOTIPO, en algunos cientos de animales representativos de una determinada población, se miden rigurosamente una veintena de parámetros físicos, tales como: largo de las orejas; ancho del lomo, altura de la cruz; ancho de la cara; largo de las manos y patas; largo de la cola, largo del lomo, etc ,etc. además de otras descripciones como color de la lana; forma y color de la cabeza.

Con toda esta información se hace un exhaustivo análisis estadístico, tales como promedio; media; mediana; desviación estándar, para determinar la medida oficial de cada uno de los parámetros considerados, los que pasan a ser el “sello de la raza”. Estadísticamente correcto, genéticamente errado.

Todas estas medidas no tienen ninguna importancia económica pues científicamente se  ha comprobado que existe igual o mayor variabilidad fenotípica dentro de una “raza pura” que en un híbrido, con un mínimo de selección por apariencia.cc15072001_zpshbhywbzq

Si no se compara este “nuevo estandar”, con UNA BASE DE DATOS O  “BANCO DE ESTANDARES UNIVERSALES”, ES IMPOSIBLE ASEGURAR QUE DICHOS PARÁMETROS SON EXCLUSIVOS DE UNA DETERMINADA RAZA, en particular para el caso de las emergentes razas compuestas, como se analizará más adelante.

El “mejoramiento genético” de los ovinos comenzó en el siglo XIX en Inglaterra, con el registro de los animales en el “STUD BOOK”  o REGISTRO GENEALOGICO de cada raza, donde se almacenaba el pedigrí de cada animal inscrito  o “fino de pedigrí” y que dieron origen a los PLANTELES.

Como herramienta de mejoramiento se utilizó la SELECCIÓN por aspecto o fenotipo, que determina la apariencia de cada individuo. Además se estableció el ARBOL GENEALÓGICO, que certificaba la línea de parentesco de los animales seleccionados como los “más bellos” y que mejor se ajustaban a los ESTANDARES DEFINIDOS DE CADA RAZA, DONDE SE HACÍA UNA DESCRIPCIÓN amplia y detallada DE LAS DISTINTAS CARACTERISITICAS CORPORALES.  Tampoco se “medían” objetivamente dichos caracteres.

Las exposiciones de animales eran el lugar donde se evaluaba la “calidad” de cada individuo, por un juzgamiento de su belleza corporal, que tenía que ajustarse al máximo con el estándar de la respectiva raza. Los descendientes y parientes cercanos de los ejemplares ganadores, eran de un enorme valor, pues se transaban en muchos miles de dólares como reproductores “mejoradores” de sus razas, en la creencia errónea de que eran mejoradores de la raza.

Estos concursos de belleza tenían muchas cosas en común con los actuales concursos para elegir a Miss Universo y muchas otras mises en la especie humana, que con seguridad se inspiraron en estos principios nacidos en la era de BLACKWELL en Inglaterra.1440875785_f1619cdd1f

Así como en los modernos concursos de belleza muchas candidatas tiñen su cabello; se implantan silicona en diversas partes del cuerpo; se operan otras; utilizan botox y muchos otros “secretos de belleza”, que en una época hicieron famosas a las mises de VENEZUELA, también había expertos en el embellecimiento artificial de los ovinos concursantes en los “shows”.

 Entre los tantas herramientas utilizadas mencionamos teñir con betún negro las pezuñas, cuando el estandar indicaba ese color como el correcto; darle forma al ancho del lomo, utilizando una tabla ancha sobre el lomo y recortando con tijeras la lana que sobresalía para así formar un perfecto rectángulo.

Un defecto importante era la presencia de pelos o kemps (lana de perro) en algunos sectores del vellón. Estos se eliminaban con la llama de un encendedor, que quemaba el pelo, pero no la lana. El rey de los arregladores era un experto peluquero ovino.emo-sheep

La otra gran herramienta para mejorar el look era sobreengordar a los animales, de modo que la grasa mejoraba la conformación y le daba una apariencia de gran masa muscular debajo de la lana. Todos los ejemplares machos de estos animales presentaban esterilidad durante casi un año.

Para incrementar la uniformidad y semejanza con el biotipo ideal de la raza, los planteles empezaron a utilizar  cruzamientos consanguíneos  muy cercanos a los ejemplares ganadores de premios y una fuerte selección para eliminar aquellos que se alejaban del prototipo. Larga tarea dada la gran dispersión que generan pocos genes, siguiendo las leyes de Mendel.

No se llevó ningún registro productivo, sólo se utilizó el árbol genealógico y la apariencia del animal como criterios de selección.  Luego de muchos años los criadores observaron que la alta consanguinidad producida por los cruzamientos de parientes cercanos, no era aconsejable por la frecuente aparición de defectos genéticos y principalmente por un aumento importante en la infertilidad.

Hoy día se están creando docenas de razas compuestas, mezclando varios genotipos, que a su vez traen impreso una determinada apariencia o fenotipo. Estos genotipos generadores de nuevas razas tienen muchos componentes comunes entre sí, a pesar de pertenecer a RAZAS DIFERENTES.

En producción de carne las principales razas mejoradoras que aportan sus genotipos a nivel mundial son TEXEL, EAST FRIESIAN,FINN,SUFFOLK,  actuando sobre razas locales de importancia según el país donde se empleen: Romney; Coopworth etc.

Estas razas mejoradoras tienen genes dominantes para determinados fenotipos, tales como largo y forma de la cola (East Friesian), cara despejada; forma de las orejas (East Friesian; Texel); ancho y forma de la grupa (Texel); Barriga y ubre despejada (Finn y East Friesian), muchos de los cuales no aportan nada a la producción, pero son el “sello” de las razas aportantes.

Estas características quedan “impresas” en los nuevos genotippringle-1os formados con las razas locales  y por ser parte obligada de casi todas las nuevas razas modernas, les dan una apariencia común a todas ellas, aunque sus resultados productivos suelen ser bien diferentes y característicos, tales como :precocidad sexual; calidad y producción de lana; prolificidad; magritud, producción de leche y ganancia diaria de peso; calidad de la carne etc.

Por tener un pool genético con varios componentes comunes, aunque en diferentes proporciones, el BIOTIPO de las razas resultantes tiene una similitud enorme entre ellas, hasta tal punto que es casi imposible distinguirlas si se hace una comparación fenotípica.

Recién en el siglo XX, en los años 60, en la Estación Experimental de Dubois, Idaho, USA, sus genetistas determinaron que en la genética de los ovinos operan dos mecanismos, el MENDELIANO , para caracteres gobernados por muy pocos pares de genes, tales como el color de la piel, presencia de cuernos, que no tienen ninguna importancia económica. Estos caracteres disgregan en los cruzamientos según lo determinado por Mendel. Son los que determinan EL BIOTIPO.

El otro mecanismo es la GENÉTICA ADITIVA, que es la responsable de todos los factores productivos, los que están determinados por miles de pares de genes. En los cruzamientos se produce un promedio entre los valores del padre y de la madre, pero no hay una gran dispersión respecto a dicho promedio, por lo que incluso al cruzar animales de razas distintas, el promedio entre ambas se mantiene y se fija rápidamente en las generaciones siguientes, formando las bases de una nueva raza.

La COMPLEMENTARIEDAD es el factor que se utiliza para mejorar un parámetro muy débil de una determinada raza, corrigiendo esa debilidad con el aporte genético de otra raza que presenta esa característica en su máxima expresión. Por ejemplo, utilizar la raza Finn con una prolificidad cercana a 3 para “mejorar” este importante factor productivo logrando un  promedio con la genética de la raza con la cual se cruza, más un margen adicional por heterosis.

 Esto fue confirmado en los años 80 en el Meat Animal Research Center, en Clay Center, Nebraska, USA, donde se formó la primera oveja moderna, con la inclusión de 4 razas para formar la oveja POLYPAY.

 Allí pudieron medir que la variabilidad de los factores de producción en los miembros de un rebaño “mestizo” o hibrido, ya en la primera cruza, era muy similar o inferior al observado en un rebaño de ovejas de raza tradicional pura.

Las razas tradicionales antiguas, tienen un biotipo característico y propio de cada una, por lo que es muy fácil diferenciarlas por su aspecto en forma visual, tales como Suffolk, Corriedale, Romney; Lincoln; Cheviot; Border Leicester; Hampshire Down  y algunos cientos más.

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El mejoramiento genético actual de los ovinos ha dado en muy corto tiempo un impresionante salto productivo, gracias a los cruzamientos, creándose nuevas razas, denominadas sintéticas o compuestas, donde el principal beneficio es un enorme incremento de algunas características productivas, al complementar los atributos de una “raza madre”, que es la que se quiere mejorar, cruzándola con  otras que aportan en muy alto nivel características deficitarias de la raza original. Este mejoramiento, por complementariedad de caracteres, supera en una sola generación el mejoramiento genético logrado por 50 años de selección.

La selección sigue siendo una herramienta indispensable para lograr dentro de cada raza un mejoramiento continuo, pues sus logros perduran en el tiempo, aunque el proceso es muy lento con avances de 1 a 2% anual.

Los genotipos más utilizados como mejoradores en el proceso de formación de razas compuestas son  FINN, por su aporte en la prolificidad;  EAST FRIESIAN, por su aporte en producción de leche, prolificidad y magritud de la canal y TEXEL, por su aporte en la magritud y musculatura de la canal.

El biotipo de casi todas estas razas compuestas, tales como Highlander; TefRom; Kelso; Greeline; Goldensheep, es muy similar entre ellas, de tal modo que no se pueden establecer  diferencias significativas que permitan identificarlas.

Por eso la forma de diferenciarlas entre si es por medio de su ADN.

El uso del BIOTIPO o apariencia corporal, no se utiliza en el mejoramiento en la genética ovina moderna, donde sólo se emplean índices de selección, basados en parámetros productivos que se someten a mediciones objetivas, tales como kilos de cordero producidos por oveja al destete; ganancia diaria de peso; calidad de la canal etc.

El biotipo es una herramienta del siglo XIX y hoy día no se utiliza en los países líderes del mundo ovino: Nueva Zelandia; Australia, Inglaterra.

Hoy día se avanza rápidamente en la SELECCIÓN GENÓMICA, mediante el uso de marcadores moleculares, que augura un mejoramiento muy significativo en los resultados de los procesos de selección en los próximos años, con el uso de los SNP (Single Nucleotid Polymorfism) para determinar la presencia o no de los genes responsables de muchas características productivas. Esta nueva forma de selección acelera en 2 a 3 veces el mejoramiento por selección, que es lento, indispensable y permanente.

Rápidamente bajan los costos de estas nuevas tecnologías, que se originaron con la obtención del mapa del genoma ovino y aumenta el número de factores para los cuales se puede seleccionar.

 En este desarrollo ha sido muy importante el aporte de la empresa Pfizer (Zoetis), en colaboración con destacados genetistas de Nueva Zelandia y el aporte de BEEF + LAMB NEW ZEALAND (joint venture gobierno de NZ y productores).

El productor manda por correo una human-dna-sequence-009gota de sangre extraída de la oreja y conservada en un papel especial y luego de cancelar una tarifa conocida, el laboratorio le indica si dicho animal tiene los genes que determinan los parámetros productivos que se buscan: prolificidad; resistencia a parasitismo; área muscular; producción de leche; finura de la lana, sabor y terneza de la carne etc.

Ya se elaboran indices como el MBV ( Molecular Breeding Value); que será la nueva herramienta de selección del futuro cercano.

El progreso productivo ovino hoy día está determinado en un 60% por el mejoramiento genético; 35% por el mejoramiento nutricional y 5% por el mejoramiento de la salud

LOS PLANTELES  OVINOS que en el pasado fueron sinónimos de “calidad”, ya perdieron la guerra de la genética en Nueva Zelandia, que comenzó a fines de los años 90. con la aparición de las primeras razas compuestas y en particular con la aparición de masivas herramientas de selección a nivel nacional, para cada raza, realizada por organizaciones como el SIL, (sheep improvement ltd), que anualmente analiza muchos miles de datos y rankean los mejores animales para rebaños de cada raza, con miles de ejemplares cada uno, en base a parámetros establecidos de producción, sin incluir ningún parámetro fenotípico.

Las ventas de reproductores y germoplasma se hacen exclusivamente en base a los parámetros emitidos por el SIL. NO EXISTEN ANIMALES FINOS INSCRITOS, salvo los saldos de los antiguos PLANTELES TRADICIONALES ya en PROCESO DE EXTINCIÓN.2

De hecho para las nuevas razas hay ASOCIACIONES DE PRODUCTORES , pero no un REGISTRO OFICIAL que inscriba a los reproductores y certifique el genotipo de un determinado animal.  Por supuesto que todo esto se basa en la honestidad generalizada y el honor, donde hacer trampas no está en la mente de nadie.