DANIEL CLARO MIMICA
Ingeniero Agrónomo, M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl

La parición es el momento cumbre del ciclo productivo de la oveja. En explotaciones de carácter extensivo, es muy poco lo que el productor puede hacer para mejorar los resultados, una vez que se ha iniciado el periodo de pariciones. En dicho caso, sólo cabe preocuparse, previamente, de que el rebaño tenga una adecuada disponibilidad de forraje y que el potrero de parición sea el que tenga los mejores reparos naturales. Debido a la baja carga animal y al gran tamaño de los potreros, es muy difícil poder ayudar a tiempo a las ovejas que presenten algún problema durante el parto.

La gran ventaja de este sistema productivo es que las ovejas tienen su parición, sin que sean perturbadas por el hombre y con ello, el abandono de corderos o deshijamiento prematuro, es mínimo.

La situación en rebaños de manejo intensivo es totalmente diferente, pues la alta concentración del ganado y muchas veces la necesidad de suplementar por la baja disponibilidad de forraje, pueden dar origen a serios problemas de muerte de corderos por mal manejo.

Período pre-parto:
La primera medida preventiva es realizar el tratamiento sanitario correspondiente al pre-parto, un mes antes de la fecha estimada de la parición.  Es necesario vacunar a las ovejas contra enterotoxemia y administrar un antiparasitario gastro intestinal. Otra medida de manejo para esta etapa, es formar los rebaños por categorías, de acuerdo al destino final de los corderos. Por ejemplo, el rebaño comercial de algún cruzamiento terminal, donde todas las crías van a mercado, se separa del resto. Una vez comenzada la parición es casi imposible separar grupos de ovejas.

Es de especial importancia dejar en un rebaño separado a las ovejas primerizas, que son las que requieren de mayor atención durante el parto,pues  se deben supervisar al menos dos veces al día, a fin de detectar aquellas que pudieran tener dificultades en el parto. La otra razón para manejar esta categoría en forma separada, es que generalmente su instinto maternal está menos desarrollado que en las ovejas adultas, por lo que ocasionalmente, dejan abandonadas a sus crías al nacer o como ocurre con mayor frecuencia, ovejas adultas, con un excesivo instinto maternal, les roban los corderos, que mueren al no poder tomar leche.

La alimentación debe ser adecuada a las exigencias nutricionales en constante aumento durante el último mes de gestación.  Estos requerimientos están en función del tamaño de la oveja y de la cantidad de corderos que está gestando.  El período de 30 días antes del parto. marca el inicio de las mayores demandas anuales de alimento de la oveja, tanto en cantidad como en calidad.

Si estos requerimentos no se cumplen, ya sea con el consumo que obtiene la oveja de la pradera, o con el complemento de una suplementación forrajera, las consecuencias son bastante graves.  Pueden ocurrir varios problemas, tales como: toxemia de la preñez; enfermedad metabólica, causada por el rápido metabolismo de las grasas de reserva, cuando el nivel nutricional, previo al parto, es inadecuado, siendo más susceptibles las ovejas melliceras que llegaron al preparto en buen estado. Es generalmente mortal y la mejor solución es evitarla, con una adecuada nutrición, en el último mes de gestación.

Otro problema generado por la mala nutrición preparto, es el bajo peso de los corderos al nacer, que los hace muy susceptibles a condiciones adversas de clima, produciéndose altas tasas de mortalidad neonatal.  También se puede ver afectado el inicio de la lactancia, la cantidad de leche producida y el instinto maternal, factores que disminuyen en forma importante las posibilidades de sobrevivencia del cordero, particularmente de los mellizos que son más delicados.

Los requerimientos nutricionales de la oveja son muy variables durante su ciclo reproductivo, como se aprecia en el siguiente cuadro.

REQUERIMIENTOS NUTRICIONALES DIARIOS DE OVEJAS DE 70- 80 KG PESO VIVO Y ALTA PROLIFICIDAD
Energia Metabolizable

Proteína Total

M.Cal

Kg.

Encaste

3,5

0,16

Post-encaste

2,84

0,13

30 dias anteparto

4,2

0,17

Parto inicio lactancia

4,7

0,25

Mitad-fin lactancia

6,7

2,65

Seca

2,8

0,13

Pre-encaste

3,5

0,16

El período de 30 días antes del parto marca el inicio de las mayores demandas anuales de alimento de la oveja, tanto en cantidad como en calidad.

En explotaciones intensivas con tecnología de punta se hace un examen con escanner, para separar las ovejas que gestan mellizos. De esa forma, es posible tener una alimentación diferenciada, cuando se está suplementando, lo que redunda en un aumento en la eficiencia del uso del forraje suplementario y evita sobrealimentar a las ovejas con un solo cordero (que pueden producir corderos excesivamente pesados,de 8 y más kg., con serios problemas al parto y alta mortalidad) o subalimentar a las ovejas con mellizos (que en dicho, caso producen corderos muy livianos, con menos de 3 kg., y altas tasas de mortalidad neonatal).

En este periodo es muy importante separar oportunamente aquellas ovejas que están en peor condición corporal (grado 1,5 a 2,0), pues no pueden competir con las ovejas en buen estado, al momento de recibir algún suplemento y cada vez se van adelgazando más. Lo correcto es manejarlas en un potrerillo especial y sobrealimentarlas para que alcancen a recuperar su condición antes de parir. Una vez producida su recuperación se pueden reincorporar a su respectivo rebaño.

Período de parición:

En las explotaciones intensivas, aún si el ganado se mantiene relativamente tranquilo, cuando no es necesario suplementarlo, porque la disponibilidad de forraje del potrero es adecuada; se pueden producir problemas de deshijamiento o abandono de corderos recién nacidos, por la alta concentración de ganado.

Las ovejas recién paridas se desorientan para cuidar a sus propios corderos si hay otros corderos y ovejas recién paridas cercanos. Esta situación es bastante frecuente cuando las ovejas son muy prolíficas y hay abundancia de mellizos. Si no se toman las medidas adecuadas, en esta confusión suelen quedar corderos deshijados, los que inevitablemente mueren por falta de alimento.

También se producen deshijamientos con bastante frecuencia cuando el parto es dificultoso o distócico, el que es muy prolongado. La oveja después de parir suele dejar a su o sus corderos para ir a tomar agua o alimentarse y a veces no vuelve a tiempo para amamantarlos. Otra causa de deshijamiento es cuando hay mellizos y uno de ellos es muy débil, por su bajo peso. No sigue a la madre y a su hermano en su desplazamiento por el potrero en los primeros días, quedando de esta forma abandonado.

Cuando, por falta de forraje, es necesario suplementar el ganado durante el periodo de parición, hay que extremar las medidas de precaución para evitar un deshijamiento masivo de corderos recién nacidos y altísimas mortalidades por mal manejo.

Las ovejas esperan la hora en que son alimentadas y al sentir el ruido del tractor, corren hacia los comederos dejando abandonados a sus corderos. Cuando éstos tienen sólo pocos días de vida, aún no se ha producido el vinculo madre-crías, por lo que les cuesta mucho a las ovejas, identificar a sus propias crías luego de haber saciado su apetito, con la suplementación en comederos. En esos casos la pérdida de un número importante de corderos recién nacidos es inevitable por el mal manejo, aún cuando sean corderos de buen peso y las condiciones climáticas sean excelentes.

Por ello, los neocelandeses diseñaron hace ya muchos años el manejo rotacional del ganado durante el parto o drift lambing, que consiste en retirar del rebaño diariamente y muchas veces dos veces al día a todas las ovejas recién paridas. El objetivo de esta medida es evitar el deshijamiento.

El proceso es bastante sencillo y consiste en caminar por el potrero de parición moviendo el ganado lentamente. Las ovejas preñadas se mueven y las recién paridas se van quedando atrás, al cuidado de sus crías. Las ovejas por parir se trasladan a un potrero contiguo. Al día siguiente se repite el movimiento en sentido inverso.

Las ovejas paridas se retiran son sus crías y se dejan transitoriamente por un periodo de 3-4 días en un potrerillo pequeño, en observación para vigilar que no queden corderos deshijados y que cada oveja amamante a sus crías. Este periodo es fundamental para que se produzca el vínculo oveja-corderos, el que ocurre durante los 3 primeros días de vida. Se reconocen mutuamente por el olor corporal y dura toda la vida útil del cordero. Incluso en este periodo es posible “pegar” un cordero huérfano a una oveja que tenga un solo cordero o que haya perdido sus crías.

Este manejo se puede mejorar aún más con una inversión muy baja, construyendo pequeños corrales semi techados y protegidos del viento dominante con plástico. Son de tamaño reducido para mantener 10-20 ovejas en confinamiento con sus crías por 3-4 días. Se dotan de comederos y agua de bebida. Son los corrales de ahijamiento.

CORRAL AHIJAMIENTO o SALA CUNA

Corral de ahijamiento o “sala cuna”

Es necesario vigilar el comportamiento de las ovejas recién ingresadas al corral para asegurar el ahijamiento de todos los corderos. En caso de ovejas difíciles, éstas se pueden amarrar al cerco, para inmovilizarlas por 1-2 días y facilitar al cordero su acceso a las ubres. Las ovejas que han cumplido su periodo de ahijamiento de dos o tres días, se van retirando y van a su potrero de lactancia. De esta forma se reduce en forma muy considerable la mortalidad por deshijamiento y  también por causa del mal tiempo.

Estos pequeños corrales de ahijamiento o “sala cuna”, por su bajo costo se pueden hacer en los mismos potreros de parición De esa forma no es necesario trasladar a las recién paridas por grandes distancias. Una vez completado el ahijamiento, se sacan las ovejas y sus crías a un potrero de lactancia. No sólo sirven para aumentar significativamente la sobrevivencia de los recién nacidos, sino que también permiten fácilmente la identificación, durante la estadía en el corral, para llevar un buen registro del rebaño.

El periodo de parición es el que demanda mayor supervisión en todo el calendario de manejo del rebaño ovino, pues es importante observar con atención a las ovejas, para detectar alguna que esté con problemas de parto por presentar un cordero demasiado grande o que viene mal colocado. La ayuda oportuna salva a los corderos y a la madre. Por ello este trabajo intensivo se justifique plenamente.