DANIEL CLARO MIMICA
Ingeniero Agrónomo, M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl
La diversidad de razas ovinas en Chile es muy reducida, teniendo a escala comercial sólo seis razas: Corriedale; Romney; Suffolk; Merino Precoz; Hampshire y Merino Australiano. Inglaterra tiene más de cien razas ovinas de características muy variadas.
Ninguna de las razas antes mencionadas es apta para la producción intensiva de carne ovina por tener dos defectos principales. En primer lugar, sus índices de reproducción son muy bajos; principalmente por su baja prolificidad (número de corderos nacidos por oveja parida), donde la producción de corderos por oveja fluctúa a nivel comercial entre 0,7 y 1,3 con muy pocos mellizos.
Adicionalmente los corderos no son magros y se engrasan a muy bajo peso, con menos de 30 kg. de peso vivo, que por dicho motivo pasa a ser su peso máximo de faenamiento para evitar el exceso de grasa. Este beneficio a bajo peso evita el engrasamiento, pero restringe gravemente el desarrollo de la masa muscular de los cortes nobles: chuleta, pierna y lomo; afectando así la calidad del producto final. Los consumidores exigen cada vez más que las chuletas y piernas tengan mucha carne y poca grasa.
El problema de la baja producción de corderos es de la máxima importancia. El aumento en el costo anual adicional de una oveja mellicera es sólo de un 10%, frente a otra que solo produce un cordero.
En Estados Unidos de Norteamérica durante la década del 60 se aplicó la tecnología desarrollada primero en el US Experimental Station, en Dubois, Idahao, con la formación la raza Polypay; uno de los primeros genotipos ovinos “compuestos” y luego continuado en los 80 en el Meat Animal Research Center, en Clay Center, Nebrasca, para potenciar la heterosis o vigor híbrido, utilizando cruzamientos múltiples en combinación con la complementariedad para factores productivos específicos de diversas razas. Es el mismo enfoque adoptado por otras especies de producción eficiente e industrializada de carne, como pavo, broiler y cerdo.
Se basa en que la mayor parte de las características productivas dependen de muchos miles de genes y responden a la genética aditiva y no a la Mendeliana, como lo es en el caso de factores con pocos pares de genes (presencia de cuernos, color del pelaje).
Estos factores productivos en los genotipos híbridos, al depender de un número tan alto de genes, no disgregan sus características en las sucesivas generaciones, debido a que el cambio al introducir nuevos genes es un porcentaje muy bajo del total de genes, manteniendo así muy estable el “compuesto” obtenido. De hecho, la variabilidad es similar a la de una “raza pura” con más de 50 años de selección.
El aumento de la prolificidad en ovinos al usar la técnica de genotipos compuestos de razas complementarias, es rápido y notable. Por ejemplo, en las hembras de la primera cruza entre 4 razas: Finish Landrace; Milchschaf; Border Leicester; Merino Precoz, la prolificidad equivale al promedio de los 4 componentes (250%+220%+160%+130%/4) y multiplicados por 1.27 (heterosis). De esta forma, esta primera generación tiene un potencial de prolificidad de 241%, frente a sólo 130% del Merino Precoz original. El potencial indica el máximo posible, pero en el proceso se producen muchas pérdidas desde la ovulación hasta el nacimiento del cordero.
En Chile hace más de 20 años que se utiliza esta estrategia de formar híbridos “compuestos” para el mejoramiento genético de los ovinos de carne. Otros países como Nueva Zelandia, Australia e Inglaterra siguieron hasta hace sólo 10 años atrás la estrategia de mejorar sólo por selección las características de prolificidad en razas puras. Sin embargo, el progreso genético por selección en líneas puras para esta característica es muy lento, sólo 0,5 a 1% anual, de modo que para lograr un aumento de 30-50% se requiere al menos 50 años de rigurosa selección. Este mismo resultado se logra ya en la primera generación de un “compuesto” prolífico.
Actualmente la formación de “compuestos” genéticos se utiliza masivamente en todos los países líderes en producción ovina del mundo, debido al rápido mejoramiento que se logra.
Es así que en Canadá se ha desarrollado la raza Rideau Arcott, de sobresalientes características. En su composición posee: 40% Finnish Landrace, 20% Suffolk Down,14% Milchschaf, 9% Shropshire, 8% Dorset Horn. El restante 9 % tiene Border Leicester, North Country Cheviot, Romnelet y Corriedale.- Esta raza fue estabilizada como tal en 1986. Es de ciclo abierto y es capaz de producir 2.5 corderos por oveja cada 8 meses.- Se utiliza comercialmente como línea materna para cruzamientos terminales con Texel.
En Estados Unidos de Norteamérica el Polypay es sin duda la raza compuesta más exitosa. Fue formada con la combinación de Finnish Landrace, Dorset Down, Targhee y Rambouillet. Es una línea materna, de ciclo abierto que produce mas de 2 corderos por oveja y se utiliza en cruzamientos terminales con Suffolk Down.
A comienzo de los 2000 en Nueva Zelandia se desarrolló el concepto de integrar en un solo compuesto las bondades de la línea materna; a saber, principalmente prolificidad, producción de leche y hábito materno, con las bondades de las líneas paternas especializadas en producción de carne: conformación, magritud, ganancia diaria de peso y gran desarrollo de las masas musculares.- Se buscó el equilibrio entre las dos líneas, paterna y materna, de tal forma de evitar el efecto negativo en la prolificidad asociada a las líneas paternas.- El objetivo fue simplificar el manejo de los rebaños a los productores y con una sola raza obtener a la vez alta prolificidad y excelencia en la calidad carnicera de los corderos.
Así el Dr J.Allison formó el TEFROM, que tiene Texel como componente paterno y como componentes maternos Milchschaf y Romney de alta prolificidad; creando una raza muy balanceada, de gran prolificidad y excelente comportamiento para la producción de carne de alta calidad.
En Chile también en esa misma época se gestó el desarrollo de una raza compuesta balanceada con la combinación de Border,Finnish Landrace, Dorset Down, Merino Precoz y Milchschaf como línea materna; integrada con Suffolk y Texel como línea paterna, estabilizándose para dar origen a la raza Goldensheep.
Este trabajo tomó como base el desarrollo de la línea materna de híbridos dobles desarrollada en INIA-Hidango, FIBODOME, la que se perfeccionó, modificando su composición y agregando Milchschaf a la línea materna. Posteriormente se integró con un porcentaje de Texel y Suffolk.- El trabajo se realizó paralelamente en Malvilla, secano costero de la V Región y en San Rafael, Talca VII Región, bajo condiciones de riego.
Esta nueva raza se ha comportado en forma excelente bajo condiciones de manejo intensivo tanto en secano, con 10 ovejas/ha., como en riego con 20 ovejas/ha, teniendo resultados por oveja muy similares en ambos ambientes, ha superado la cifra de 1,7 corderos destetados por oveja adulta con ganancias de peso sobre los 0,3 kg/día en corderos mellizos.- Se han faenado corderos de sobre 50 kg de peso vivo magros y de excelente conformación y desarrollo muscular.
La alta prolificidad de estos vientres “compuestos” se complementa con la incorporación de genotipos sobresalientes en características de calidad de la canal, como el carácter magro (Finn-Milchschaf); conformación (Dorset-Suffolk).