Daniel Claro Mimica
Ingeniero Agrónomo M. Agr. Sci.
daniel@goldensheep.cl
En la mayor parte de las explotaciones ovinas, hoy día es indispensable contar con la protección de perros guardianes para la seguridad del rebaño, debido a los frecuentes ataques de perros vagos, depredadores y ladrones; que en muchos casos hacen imposible mantener una explotación ovina, por las enormes pérdidas económicas que ocasionan.
Una de las razas de perros guardianes de ganado más recomendada es la Gran Pirineo. Sin embargo, es muy difícil obtener perros entrenados y casi la única forma de contar con esta valiosa herramienta de trabajo, es mediante la adquisición de cachorros.
EL ENTRENAMIENTO DE LOS CACHORROS GRAN PIRINEO CONSISTE BASICAMENTE EN REFORZAR LO QUE YA TIENEN POR INSTINTO RACIAL, QUE ES SU APEGO A LAS OVEJAS; PARA CONVIVIR CON ELLAS Y PROTEGERLAS DE CUALQUIER PELIGRO: PERROS VAGOS, ZORROS, OTROS PREDATORES; SERES HUMANOS INTRUSOS, ETC.
EL PERRO CONSIDERA A SUS OVEJAS PARTE DE SU FAMILIA.
LO IDEAL ES QUE SEAN ENTRENADOS POR SU PROPIA MADRE, CUANDO ELLA ES UNA PERRA YA ADIESTRADA EN EL CUIDADO DE GANADO. En ese caso, es preferible que el parto se realice en el mismo potrero, donde la madre está cuidando un rebaño y con la presencia humana reducida a un mínimo.
Cuando los cachorros no tienen la posibilidad de recibir un entrenamiento por su propia madre, en ese caso se recomienda seguir el procedimiento descrito a continuación. También cuando los cachorros son trasladados a otro predio.
PRIMERA ETAPA:
Al destete, A LOS 2 MESES DE EDAD, se deben encerrar en un corral, desde el que no se puedan salir y juntar con unas pocas ovejas 5 a 7, para que se acostumbren a convivir con ellas. Los primeros días se rechazan mutuamente, pero luego se juntan, juegan y duermen cerca de ellas. Esta primera etapa se completa aproximadamente en un mes.
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Es importante evitar el exceso de presencia humana, para no distraer al cachorro, que fácilmente se acostumbra al hombre. El contacto con el hombre debe ser mínimo. Lo necesario para darles alimento. Si no se toma esta precaución, el cachorro termina en la casa cuidando al dueño.
Los pellets hay que dárselos en un recipiente, protegido del acceso de las ovejas, pues de otra forma las ovejas se los comen en muy poco tiempo y los perros quedan sin comida. De hecho, se construye una pequeña jaula de madera con una abertura donde cabe el perro, pero no las ovejas. El agua es común para las ovejas y perros.
SEGUNDA ETAPA:
Consiste en colocar al cachorro y ojala el mismo grupo de ovejas iniciales, en un potrerillo pequeño, de no más de una hectárea, con el cerco con varias hebras de alambre electrificado. Los primeros días se pasea al perro, con una cadena, para que recorra el perímetro del potrero y se lo obliga a que toque la cerca electrificada varias veces, para que aprenda que no debe acercarse al cerco y así permanecer dentro del potrerito. Luego se lo suelta con las ovejas con las que ha convivido.
TERCERA ETAPA:
Con las mismas ovejas, que ya son parte de su familia, se saca el cachorro a un potrero de mayor tamaño, con más ovejas. El perro rápidamente también incorpora a estas nuevas ovejas a su familia.
También se le da un paseo por el perímetro y se lo aproxima al cerco para recordarle que no debe acercarse al alambrado. El perro ya con 6 a 8 meses de edad es capaz de defender SU REBAÑO.
Cuando las ovejas se cambian de potrero, el perro las acompaña, pues lo que el se acostumbró a cuidar es el rebaño de ovejas y no el potrero.
La dificultad más grande es lograr que el perro permanezca en el potrero, pues la etapa de socializar con las ovejas es rápida y simple. Esta dificultad es mínima en potreros grandes, como en Aysén o Magallanes, pero puede ser complicada en propiedades pequeñas, donde el perro no sabe cuales son los límites del predio de su dueño. Én este último caso, es probable que el perro recorra todos los potreros donde hay ovejas, para hacer su trabajo de vigilancia y luego vuelva al potrero donde están “sus ovejas”.
Si el perro ha sido entrenado, al menos en la primera etapa o entrenamiento básico y es trasladado a otro predio, HAY QUE REFRESCARLE EL ENTRENAMIENTO anterior.
Se repite la PRIMERA ETAPA, con un pequeño grupo de ovejas de su nuevo lugar de trabajo, en un corral. El cachorro adapta esta nueva familia aproximadamente en 2 a 3 semanas.
Luego por espacio de 1 mes se aplica la segunda etapa, al cabo de la cual el perro ya estará completamente ambientado en su nuevo hogar.